Qué observar. “Hace 40 años el pueblo chileno mediante las protestas nacionales supo levantarse unido en contra de la dictadura, hoy nuevamente debe unirse para frenar la regresión ultraconservadora”, escribió Camilo Escalona el 11 de mayo, tras el rotundo triunfo del partido de Kast en las elecciones del 7M.
- Sus dichos fueron analizados en la comisión política del viernes pasado. Paulina Vodanovic, la presidenta del partido, lo criticó en la reunión. Lo mismo hizo públicamente, cuando lo salió a corregir: “Jamás el PS en democracia va a llamar a un levantamiento popular”, sostuvo. A esa altura Kast manifestaba que el llamado de Escalona era a la confrontación y a la violencia y en la UDI amenazaban con un proyecto de acuerdo para declararlo antidemócrata.
- Nadie en el PS lo apoyó públicamente.
Señales políticas. Escalona, un animal político que desde los 90 ha transitado del ala de izquierda del PS, a factótum de Bachelet e impulsor de los grandes acuerdos desde la presidencia del Senado, escribió este lunes una columna en Cooperativa en que deja entrever -de acuerdo a sus cercanos- sus grandes preocupaciones tras la debacle de la izquierda del 7-M: Que el gobierno aún no ha tenido una reacción acorde al calado de los resultados, que el PS no ha ejercido el rol central de articular a las fuerzas de izquierda y su mirada críticas de quienes apostaron por competir en 2 listas.
- En este adverso escenario es en el que Escalona, de acuerdo a sus cercanos, salió a apuntar a un adversario común y sobre todo a poner el foco en la necesidad de unir fuerzas, como planteó la misma noche de la derrota al hacer un llamado para sumar a la DC al gobierno y como también han levantado desde sectores de izquierda y La Moneda para separar aguas entre los republicanos y Chile Vamos y dejar la táctica más hostil hacia Kast, para evitar su avance.
- De ahí que lo de Escalona, según sus cercanos, no se trata de un giro a la izquierda, propiamente tal.
- A continuación algunas posiciones que marcó en una columna de opinión en Cooperativa este lunes.
Un error irreparable. “La estrategia de separarse y para crecer, una vez más, resultó un irreparable error; y de haberse presentado unidas, el conjunto de las fuerzas de gobierno y la Democracia Cristiana tendrían una cantidad de votos similar a la del Partido Republicano y se elevarían a la cantidad de representantes suficientes para alcanzar el quórum de 40%”.
El centro político. “Tampoco resultó la idea de esconder principios para acomodar el discurso al centro. Vaciarse de identidad y valores no trajo nuevos afluentes de votantes. En definitiva, los infundados pronósticos que, lamentablemente, auspiciaron la división hoy no tienen dueño”.
Boric y la gobernabilidad. “Ahora la tarea es respaldar al Presidente Boric, los sectores autoritarios y regresivos pretenden desconocer que lidera legítimamente el gobierno del país. No le demos el gusto. Hay que cohesionarse firmemente para asegurar la gobernabilidad democrática. Hay que implementar con urgencia las políticas públicas que responden a los requerimientos de la población. Por eso, la cohesión en el ámbito parlamentario es fundamental. No hay que doblegarse, resistiremos”.
“Hoy muchos eluden el error”: “La unidad no suma, multiplica; y defender la parcela chica, aunque sea propia, termina en un papelón, como efectivamente ocurrió. Hoy muchos eluden el error”.
Peso específico. El problema de Escalona, señalan diversas fuentes consultadas por este medio, pasa porque el peso político que tuvo en el partido en los 90 y en los 2000 está muy lejos de ser el mismo.
- Escalona aspiraba a llegar a la presidencia del PS en las elecciones de marzo, pero no lo logró, y en la estructura interna, como el Comité Central, está totalmente debilitado, algo impensado hasta hace pocos años. Otras tendencias internas -las Grandes Alamedas, que en principio lideró Isabel Allende, y el Tercerismo, de Álvaro Elizalde-. tienen el control del partido.
- Un parlamentario consultado sostiene que quien fuera un lúcido dirigente de la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago, en los 70, hoy cuenta con poca influencia en la bancada de diputados, senadores, en la estructura interna y la opinión pública.
- Sus cercanos admiten que su peso interno ha disminuido, pero resaltan sus vínculos con el Segundo Piso de La Moneda y con su jefe, Miguel Crispi, a quien conoce desde joven, pues es hijo de la ex ministra del Trabajo de Bachelet 1, Claudia Serrano, con quien son muy cercanos.
- Como sea, lo que nadie duda en el PS es que su relación con Vodanovic ha atravesado momentos difíciles y que no solo se circunscriben al polémico tuit que publicó después del 7-M, como ocurrió en las negociaciones para elección de constituyentes (ella intentó en un momento sacarlo, luego de lo cual retrocedió).
El FA y el PC. Escalona fue mirado por el FA como un adversario político icónico mientras ellos daban un salto al poder (con Boric tuvo importantes diferencias sobre los “30 años” en un panel de televisión tras la muerte de Aylwin). El año pasado, sin embargo, el dirigente socialista dijo que en las recientes elecciones internas del PS “tuvimos más respaldo las personas que con mayor claridad manifestamos que el partido, al aceptar la invitación del Presidente Boric al gobierno, debe ser coherente con esa decisión y, por lo tanto, no corresponde una posición doble o ambigua, sino abogar por el éxito del Gobierno”.
- En 2021, durante una comisión política, se filtró un audio de él en que decía lo siguiente: “El socialismo chileno se levantó luchando por su autonomía. La lucha de Grove, Schnacke, Matte, fue por tener la capacidad de tener su propio proyecto, y desde ahí llegaron a un entendimiento con los comunistas. No sometidos por el comunismo”.
- El secretario general abogó por un pacto con el PC en las elecciones del 7-M y, ahora de toda la izquierda, incluyendo a los comunistas y a la DC.