-¿Es para ti la Pensión Garantizada Universal, una política pública que mejoró de forma importante las pensiones?
– La PGU no habría sido posible sin la Pensión Básica Solidaria.
-Pero la PGU, evidentemente, es un paso importante.
-Un paso, un poquito en el aire, porque tenía dificultades en su financiamiento, y fue en ese sentido criticado por el Consejo Fiscal Autónomo. La PGU tiene un límite como instrumento. Y eso está reconocido. Es interesante, para el efecto de esta reforma considerar el informe del Consejo Consultivo Previsional donde se señala que uno de los elementos a considerar es que una PGU de $ 250 mil ya genera cierta presión sobre el empleo e incentiva la informalidad. Por lo tanto, la PGU además de tener que estar financiada para aumentarla, tiene su límite. No es el instrumento que permita mejorar las pensiones de la clase media como lo hace el Seguro Social.
-El Gobierno plantea que, del 6% extra de cotización, tres puntos vayan a fondo de solidaridad y otros tres a las cuentas individuales. Pero resulta que de este último 3%, un 2,1% iría a una cuenta individual y el 0,9% a una cuenta intrageneracional
-El 100% va a la cuenta individual. Este es nuevamente uno de los mitos que se trata de instalar, y en el que se trata de distorsionar el beneficio de la reforma. El 100% de ese 3% va a la cuenta individual. Los que más ganan por encima del promedio, reciben el promedio. Los que ganan por debajo del promedio reciben el promedio. Es decir, como están por debajo del promedio reciben menos y los que están por encima reciben menos. Esa es la solidaridad intrageneracional. Y es el concepto básico de la solidaridad. Los que tienen más, le dan a los que tienen menos.
-¿Por qué una persona que cotizó durante todo su tiempo, desde el primer día y no tiene laguna, va a tener que compartir su ahorro?
-Porque ese es el concepto de la solidaridad. El concepto consiste en no enfrentar la situación de las distintas condiciones que se trae en la vida en forma individual. No se trata de rascarse cada uno con sus propias uñas. Sino que exista un mecanismo para que aquellos que, queriendo hacerlo quedó desempleado o que quería tener una pensión mejor, pero siempre le pagaron por el mínimo, también pueda tener una pensión digna.
-¿Pero cómo se entiende que en las encuestas una parte mayoritaria de las personas quiera que el 6% vaya a capitalización individual?
-Se entiende por la forma en que está elaborada la pregunta. Pero si le preguntamos a la ciudadanía si está dispuesta a recibir una ayuda en el caso que tenga lagunas previsionales, o le preguntáramos a las mujeres si estarían dispuestas a recibir una compensación por labores de cuidado, o si a los 2/3 de la población que gana menos del promedio si están dispuestos a ser ayudados por aquellos que reciben sobre promedio, creo que la respuesta sería mayoritaria.
–El gobierno se la está jugando para aprobar este miércoles la idea de legislar en la Cámara de Diputados. ¿No fue un error haberse olvidado del partido Demócratas en el tema del seguro de la longevidad?
-No nos hemos olvidado de nadie. Hemos considerado todas las opiniones que se nos han dado. Demócratas contribuyó con una opinión al respecto. También lo hizo Renovación Nacional en las mesas de expertos. No es una idea nueva, es una idea que transita hace mucho tiempo. El punto es que las ideas que generalmente se presentaron en algún momento tocaban las cajas fiscales, porque hay que financiar un seguro. Y mirado como seguro individual tenía ese problema o había que crear una compañía de seguro estatal, como sugería Renovación Nacional, cosa que obviamente no vuela, o generaba deuda del Fisco porque alguien tenía que financiar en las partes iniciales de este instrumento.
Lo que estamos haciendo ahora no es olvidar el seguro de la longevidad, ni desconocer el aporte de Demócrata. Lo que estamos explorando y analizando, no lo hemos definido, es una nueva forma de jubilación.
-Sería una tercera forma de jubilar.
-Tenemos retiro programado y renta vitalicia y este sería una especie de híbrido, un retiro programado colectivo, que se transforma en renta vitalicia, pero que es financiado por los propios afiliados. Y eso es lo que estamos estudiando. Por lo tanto, nosotros le reconocemos a Demócratas el valor de lo que ha aportado, el PPD dio otro ángulo, pero creo que todas las miradas contribuyen a una solución que todavía estamos evaluando, porque sobre todo tiene que ver con su sustentabilidad financiera. Porque tiene que cumplir con las condiciones que hemos pedido antes, que no involucre recursos fiscales.
-Viendo a los mayores de 90 años que hoy en día existen, unas 9.000 personas…
–No. Hoy en día hay 26.000 pensionados de más de 100 años. Hay 36 pensionados de 110 años.
-¿No se podría financiar a esta persona con recursos fiscales?
-Ese es el objetivo, pero no son recursos fiscales, son los que se generan con un seguro colectivo.
– ¿Pero esta nueva forma de jubilar no está definida?
– No, porque hay que hacer el cálculo fino. El cálculo financiero, matemático. Probablemente lo finiquitemos en el Senado. La idea está y valoramos a todos los que han aportado para encontrar una solución que no va a ser perfecta. Tiene imperfecciones, más de algunos lo va a criticar, por supuesto, porque tiene esta característica, que es una solución compleja.
– Los expertos apuntan que si en algo son buenas las AFP son el back office. El ejemplo está en cómo se organizaron para entregar los retiros. ¿No concuerda en ello?
– La razón de hacer esta organización no es porque las AFP sean malas en el back office, la razón es por los altos márgenes que aplican, más del 100%, y que significa un deterioro de las comisiones en el desmedro de los afiliados. Tiene que ver con mejorar las pensiones a futuro, para que hayan menores costos, tanto en la operación y en la administración de las inversiones. Tiene que ver con eso, no por el hecho de que sean malas o buenas. Lo que hoy día estamos marginando va en deterioro de las pensiones futuras.
– Hay una crítica de parte de la industria en el tema de inversores. Cuando dicen que no tendrán fuerza de venta no podrán hacer publicidad para poder atraer a las personas.
– Publicidad pueden tener, comunicación con sus afiliados pueden tener. La fuerza de ventas ha sido un elemento un poquito distorsionante en la historia de las administradoras de Fondo de Pensiones. Más de alguno recibió zapatillas o algunas camisetas de fútbol, otros elementos. Hoy los mecanismos digitales permiten perfectamente generar una información para todo el mundo. No necesariamente se requiere fuerza de venta. Hoy día la fuerza de venta es un costo bastante importante de ese margen operacional que queremos reducir y que vaya en beneficio.