-Voy a empezar por una pregunta más general. ¿Usted cree que el gobierno o parte de él quiere eliminar las Isapres por una razón ideológica?
-Me da la impresión que es así. Dentro del poder ejecutivo y del legislativo oficialista siguen existiendo esta doble alma. Está muy claro que la ministra de Salud, que estaba bastante afectada, tiene una posición y no sé si el resto del equipo de salud la comparte. La Moneda también tiene una postura diferente. Me llama profundamente la atención que en forma sorpresiva haya aparecido el señor Crispi en la reunión que tenía la ministra en ese momento con los parlamentarios.
-El jefe de asesores… ¿Fue un mensaje para la ministra?
-Sí, claro. Obviamente hay una desconfianza en ella como para que manden al jefe del segundo piso, a controlarla. Un parlamentario de gobierno dijo que fue a apoyarla. Yo no tengo esa visión. La ministra es la jefa de los aspectos sanitarios, macro y micro de Chile. Entonces, ¿por qué van a enviar a una persona a que le ayude, entre comillas, cuando ella es salubrista de fuste, una gran investigadora, una gran doctora? Quizá no tenga muñeca política, como dijeron por ahí, pero la calidad técnica de ella no se discute.
-¿La razón de terminar con las isapres no sería basada en criterios técnicos sino ideológicos?
-Evidentemente que sí. Lo que se está discutiendo en este momento es lo que va a proponerse como redacción inicial en la Constitución. Aquí hay un acuerdo aparentemente en que uno puede elegir el prestador, es decir, la persona con la cual se atiende, lo cual me parece bien, pero no hay un acuerdo en quién va a administrar el 7%. O sea, insisten en algo que en el plebiscito anterior fue rechazado rotundamente. Usted debe tener la libertad para elegir dónde colocar su 7%.
-¿Qué consecuencias tendría?
– Si tú haces desaparecer el sistema de isapres, se acaba esa disyuntiva, porque no tienes donde depositar 7%, salvo que sea en Fonasa. Entonces esto es una forma encubierta de terminar con las isapres. La Corte Suprema claramente dice que debe cumplirse el fallo, pero no debe perderse la factibilidad de que sigan existiendo las isapres. Esta vocera de la Suprema cada vez trata de aclarar más las cosas. Y creo que ya basta de que la Justicia sea la encargada de legislar en este país; esa labor está en el Parlamento.
Hay un tira y afloja entre el Ejecutivo, la Corte Suprema, Superintendente de Salud, los legisladores y la pobre ministra de Salud, que yo la encuentro que está horquillada realmente. ¿Cómo va a ser el legado de una ministra trabajar nada más que el tema de las isapres? El legado de la ministra debe ser otro.
-¿Por ejemplo?
-Una profunda reforma al sistema público y privado de salud, terminar con las listas de espera, terminar con los hospitales paralizados en construcción. Entonces, por un lado no terminan los hospitales, por otro lado quieren suprimir las isapres. Si las suprimen, es muy probable que quiebren las clínicas; si los prestadores privados, llámense médicos, tecnólogos, kinesiólogos, que reciben un bono, dejan de recibirlo, va a haber además cesantía. Va a haber una gran cesantía en el mundo sanitario y eso aparentemente no lo visualizan. ¿Dónde está Marcel, donde está la voz del ministro de Hacienda? ¿Cómo no está preocupado de esta situación? ¡Por Dios!
-¿La ministra de Salud está en una situación incómoda?
-Ella está bastante molesta y lo lamento. De hecho yo le mandé un apoyo por whatsapp. Ella es la líder en salud. ¿Por qué otras personas están atacándola? Jamás durante mi gestión, nosotros enviamos proyectos de ley sin consensuarlos con el Ejecutivo. Aquí ha ocurrido una cosa rarísima. El presidente Boric envía a este señor, Miguel Crispi, como si él no hubiese recibido el proyecto antes. El presidente, ¿por qué envía a Crispi? Debería haber llamado a la ministra de Salud a su oficina, con toda calma, para decirle “acláreme este punto, este otro” y no este tironeo, a bajo cuerda, que la están retando, que le dieron un portazo.
Nunca el presidente Piñera envió a alguien a meterse a las reuniones que yo tenía con los parlamentarios. Que Miguel Crispi asista de sorpresa fue una afrenta a la ministra. No es un apoyo. Además, que aparezca sorpresivamente, y tome nota de lo que están conversando, es casi un espía.
-¿Es un amedrantamiento?
-Un amedrantamiento, sí. Lo que aquí debe hacerse es una bilateral formal, como hacíamos nosotros con el Presidente Piñera. Aquí la cosa ha sido muy, muy enredada. Y obviamente que el diálogo de la ministra con el Superintendente de Salud, que desgraciadamente se filtró fue muy inadecuado. Esto lo único que hace es aumentar la incertidumbre en el sistema privado. Si son 3.200.000 personas entre los que pagan y las cargas familiares que están en las isapres, ¿por qué no piensan en esa gente? Está bien que quieran, por ideología, acabar con las isapres. Pero si lodos los convenios colectivos desaparecen, ¿quién va a atender a esas personas? Se necesita una voz clara de parte del Ministerio de Hacienda. Qué va a hacer Marcel si tenemos cesantía, si tenemos quiebras. Yo veo que no logran dimensionar la gravedad de esta situación.
-¿Y qué le escribió a la ministra Aguilera?
-Yo siempre la he apoyado. No digo que la ministra deba estar por sobre el superintendente. Pero tampoco el superintendente de Salud puede estar por sobre la ministra. Eso es insólito.
-¿Cómo fue el trato de la ministra con el superintendente?
-Axel Callis dijo que en este gobierno las filtraciones sobrepasan todo límite. Y se filtró que la ministra le dice a su superintendente que él es el que gana más dinero de todos los que están ahí. Y es verdad que no hace nada. Así lo dice la ministra, imagínate. Entonces, obviamente que se indignó. Porque seguramente ella está a la defensiva, estresada y está molesta porque la están torpedeando.
-¿Qué piensa del cobro de exceso que pasaría a 140 millones de dólares, diez veces menos que la cifra anterior?
-Se filtró que la ministra va a cobrar 140 millones. Eso la daña, porque la gente tiene mucha bronca, contra las isapres y con razón a veces. Cuando una ministra dice cobremos menos a las isapres, la matan, es como haberle disparado.
-¿Cual debe ser el futuro de las isapres? ¿Tienen que ser reformadas, mejoradas?
-Durante el gobierno mandamos proyectos de reforma a Fonasa, a la Isapres, creación de un seguro catastrófico, un plan universal en salud, un fondo de compensación o fondo solidario. ¿Por qué no avanzó eso? Hay que preguntarle al mismo Presidente que era parlamentario en esa época, a las autoridades que ahora están en el Ejecutivo, que fueron parlamentarios. El mismo señor Crispi.
-¿Votaron en contra?
-Nunca aprobaron reformas, entonces ahora que están con el agua al cuello en esta situación, obviamente que están dando palos de ciego.
-Usted conoce a Ana Lya Uriarte que debió renunciar a la Segpres debido a una enfermedad.
-La conozco hace muchos años. Trabajé con su esposo en el Colegio Médico, una persona muy leal a mí y lamento mucho, obviamente, que esté enferma y que haya tenido que renunciar. Pero también reconozco que el ex senador Elizalde es probable que ponga cordura y más realismo en el manejo de esta situación. Lamentando que la Ana Lya siga enferma y no pueda volver a trabajar, tengo confianza en el nuevo ministro Elizalde. Estoy de acuerdo en hacer una reforma, pero debemos mantener la opción de elección de los prestadores y de dónde depositar tu 7%, porque si el 7% se deposita en un solo lugar va a ser un monopolio. Y aumentará la burocracia.