Oficialismo en vilo. Tanto en el Congreso como en La Moneda hay inquietud por los efectos políticos que podría provocar el alza en las tarifas de la luz, estimándose un aumento promedio del 32% a nivel nacional. Mientras los ministros de Energía, Diego Pardow, y de Hacienda, Mario Marcel, han optado por sincerar la situación y adoptar un enfoque de responsabilidad, otros personeros del oficialismo, específicamente del ámbito parlamentario, han aumentado la presión para revisar la situación, atendiendo al efecto electoral que la decisión podría conllevar.

  • La presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, indicó que sería un error trasladar el costo totalmente a las familias, deslizando críticas a Pardow por no haber transparentado en el Congreso toda la información respecto al alcance real del alza.
  • En el oficialismo hay temor de que las voces críticas a la decisión de Marcel y Pardow ganen terreno en el Congreso. No son pocos quienes equiparan el episodio del “tarifazo eléctrico” al de la discusión generada en el contexto de los retiros previsionales, donde los parlamentarios, apelando a la necesidad de recursos de la población, aprobaron medidas con un severo impacto económico posterior.

Sinceramiento. “Llegó la hora de pagar la cuenta”. Esa ha sido la máxima que ha primado en el Gobierno respecto de la inminente alza en los precios de las cuentas de la luz. En el Ejecutivo son conscientes de que no hay más espacio fiscal para continuar postergando el pago de la deuda con el sector eléctrico. El incumplimiento de los contratos podría poner a Chile en una delicada situación, considerando que el país pretende acelerar el proceso de transición energética, por lo que la inversión de las compañías generadoras es considerada crucial, a mediano y largo plazo.

La credibilidad de Marcel en juego. Otro factor de índole más político es que Mario Marcel también juega su capital de credibilidad y confianza ante el sector privado. La definición de Hacienda en términos de asumir la realidad y abogar por el sinceramiento tarifario ha sido aplaudida por el sector privado y la derecha, aunque también existen dudas respecto de si el titular de la billetera fiscal será capaz de resistir el embate de solicitudes de renegociaciones de contratos, subsidios más expansivos o incluso la incorporación de disposiciones tributarias más agresivas para financiar nuevos gastos asociados a ayudas sociales vinculadas al alza de las tarifas eléctricas.

Las soluciones. En el Gobierno no descartan aprobar un mecanismo de compensación que permita alimentar de fondos el subsidio a través de un aumento al impuesto verde. Por otra parte, la mesa técnica de asesores transversales discutirá la próxima semana, a petición de parlamentarios oficialistas y asesores, la posibilidad de renegociar los contratos.

  • Mientras tanto, en la derecha consideran que se debe apuntar a un subsidio focalizado, junto con reasignaciones presupuestarias que permitan allegar más recursos para ayudar a los sectores más afectados por el alza.

El rol de Cariola. Quien abrió los fuegos de crítica interna en el oficialismo respecto a cómo se ha abordado la temática del alza de las cuentas de la luz fue la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola, apuntando a que el Ejecutivo, a través del ministro de Energía, Diego Pardow, no había brindado suficiente información en relación al impacto real del aumento de las cuentas de la luz.

  • “Le pedí al ministro poder informar abiertamente cuál era el porcentaje del alza que se proyectaba. Y la verdad es que esa información nunca estuvo a disposición de manera precisa”, agregó que “hubo varios oficios solicitando información al respecto, sobre los cuales no hubo una respuesta”.
  • Pardow respondió señalando que en política las críticas son legítimas, pero recordó que Cariola votó en contra de la propuesta del Gobierno para estabilizar las tarifas eléctricas.
  • Para fuentes de Palacio, el punto de Pardow fue clave, en la medida que constituyó una señal de que el Gobierno no titubeará en confrontar las conductas díscolas en esta materia. Un Gobierno sin capacidad de control y disciplina en materia fiscal, y con implicancias sociales tan evidentes como las que se configuran, sería una tormenta perfecta para que posteriormente la oposición pueda imputar algún grado de responsabilidad política al Ejecutivo por el alza de las cuentas eléctricas, a pocos meses de las elecciones municipales.

El fantasma de los retiros. En La Moneda han recordado por estos días el riesgo que implica soltar las riendas de la disciplina política y fiscal, abriendo paso a soluciones excesivamente heterodoxas para resolver la cuestión tarifaria eléctrica.

  • En el oficialismo tienen muy presente que el segundo Gobierno de Sebastián Piñera perdió el control total de su bancada parlamentaria a raíz de la temática de los retiros de fondos de pensiones. Asimismo, indican que el paso por el Gobierno ha hecho que esta generación gobernante haya tomado un peso distinto al valor de la responsabilidad, en particular en lo que al manejo económico concierne.
  • La idea de que el empleo de las necesidades sociales como justificación para la promoción de medidas que beneficien directamente a las personas debe conjugarse con responsabilidad y disciplina fiscal es algo que el propio presidente Boric ha transmitido, y que deberá ponerse a prueba durante las próximas semanas.
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