Desde que abandonó abruptamente el gabinete, el lunes de la semana pasada, Maya Fernández ha pasado los últimos días preparando su defensa ante la acusación constitucional que presentó Chile Vamos y Republicanos tras la polémica venta de la casa de Allende en calle Guardia Vieja, en Providencia.
Fernández se encuentra en búsqueda de un abogado que la defienda en la Cámara de Diputados a fines de este mes. Todo apunta a que esa tarea la tomará Claudia Sarmiento, la misma abogada que defendió a Giorgio Jackson de la acusación constitucional que enfrentó en 2023.
Sarmiento milita en el PS, trabajó en el Ministerio de la Mujer en Bachelet 2, ha sido académica de la UAI y tuvo un rol importante en la tramitación del proyecto de aborto en tres causales junto a su amiga y socia en Sarmiento y Walker Asociados, Elisa Walker.
No está claro si Fernández irá personalmente en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, aunque existe certeza de que quiere defenderse tras el escaso apoyo que ha recibido desde la oficialidad del PS y La Moneda.
Fuentes de Gobierno señalan que la ex ministra habría quedado dolida con el Presidente Boric, quien al estallar el caso le habría entregado un fuerte respaldado, el que comenzó a desvanecerse hasta que en los hechos le pidió que saliera de Defensa y que lo hiciera junto a Miguel Crispi (FA), dando para algunos una señal de empate político entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad.
La nieta de Allende se ha refugiado en su familia, sin tomar distancia de su tía, la senadora Isabel Allende, que estuvo en el origen del conflicto, pero que ahora no ha pagado los mismos costos que está enfrentando su sobrina.