-En el tema de las isapres, un 36% dice que el gobierno debe obligarlas a pagar aunque quiebren, cifra similar a los que creen que debe ser gradual.
-Si es por construcción de opinión pública, las isapres están perdidas. Piensa que el 80% de los chilenos está en Fonasa. La opinión pública está en Fonasa. Entonces, para la derecha una batalla política defendiendo la simbología de lo que representa las isapres no tiene ningún sentido.
Hay un porcentaje de la gente afiliadas a las isapres que es muy crítica del sistema. Porque son personas que deberían estar en Fonasa pero están en isapres. Es un tema de opinión pública que tiene poco fondo del punto de vista político. La derecha en ese sentido, al defender a las isapres, se está comprando un conflicto del que puede salir para atrás.
-¿La batalla comunicacional de las isapres está perdida?
-La batalla comunicacional para las isapres está perdida completamente ante la opinión publica. No van a tener un fondo de opinión pública que las salve. Por lo tanto a derecha no va encontrar rentabilidad política en ese tema, salvo en el aspecto ideológico.
-¿El tema de las isapres puede favorecer a Boric?
-Lo puede favorecer si es bien tratado y no cae en lo ideológico; si el Gobierno se muestra cooperativo y no refugiado en la trinchera. Yo creo que es un tema al que le podría sacar mucho provecho. El sistema tiene muy mala imagen, está la idea asentada, cierta o no, de que han ganado plata durante 35 años y que ahora están en la cuerda floja. Pero a la opinión pública esto no le va ni le viene porque la mayoría se atiende en FONASA. El problema es para las personas que están atrapadas en la isapre, los que tienen preexistencias y sueldos bajos.
-El problema también es que aquí están involucradas las clínicas. Las isapres les deben 500 mil millones de pesos. ¿Eso crearía un problema de una magnitud considerable.
-Medio billón. Si uno se mete en lo técnico del conflicto, se va a perder porque van a ganar los abogados, que conocen los artículos y esto se puede judicializar mucho más profundamente que hasta ahora. Yo creo que hay que mirarlo desde el punto de vista del aprendizaje político.
-¿En qué sentido?
-Este es otro problema que el sistema político no logró resolver. Hace 12 o 13 años que se viene anunciando el cuento del lobo y finalmenete llegó el lobo. El problema, si bien es complejo, se podría haber resuelto mucho antes, de manera administrativa, pero todos miraron para otro lado.
Lo que aquí está en juego es el nuevo sistema de salud que vamos a tener, porque de acuerdo a la mayoría de las opiniones técnicas el modelo de negocios de las isapres en términos de viabilidad no da. No funciona en el largo plazo. La pregunta fundamental es: ¿otra vez el sistema político no será capaz de procesar ni resolver algo que le importa a mucha gente, que es el tema de la salud? Está por verse.
-Otro tema que revisa la encuesta es el fenómeno republicano. Suben mucho como partido, pero algunos lo ve como obstruccionista del proceso constituyentes.
-Hay una ola fuerte republicana: subieron nueve puntos y son el partido por sí solo mejor evaluado con 21%. Pero está súper dividida la opinión pública en términos del rol que Republicanos tendrá en el Consejo Constitucional. Un 37% piensa que tendrá una disposición bastante activa y un 45% cree que va a ser obstruccionista. Esta última cifra es similar a la del Partido Comunista (44%). En conclusión, el PC y Republicanos son vistos como los más obstruccionistas del proceso constituyente..
-El fenómeno Republicanos la gente lo explica por la inseguridad y la migración, pero también por el Rechazo del 4/S. ¿Leyeron bien esa coyuntura?
-Sí, pudieron subirse a la ola del rechazo del 62%. Han capitalizado ese voto. Esa ola venía también apoyada en los problemas de migración y delincuencia. Republicanos supo subirse muy bien y leer muy bien la contingencia y entender que esto se trataba del presente y no del futuro. Esa es la moraleja del relato de la campaña republicana.
-¿Este fenómeno republicano es como una golondrina o será más perdurable?
-No, no es una golondrina. Yo tengo súper claro que este es un público, un electorado, que estaba en búsqueda de una feligresía; que necesita encontrar a un grupo que a quién creerle y que ha abrazado todas las causas de los últimos ocho años partiendo por Piñera el 2017; después el estallido social y en consecuencia Boric. Es un votante necesitado de creerle a un partido, para que le cumpla la promesa perdida de la agenda social y la delincuencia.
Entonces yo creo que le dieron la oportunidad a Republicanos y el partido de J.A. Kast tendrá que responder en el ejercicio del poder, para dilucidar si es o no depositario legítimo de esa confianza que le dio la ciudadanía. Pero eso se demuestra andando. Eso no se demuestra teóricamente.
-¿El proceso constituyente recupera cierto interés?
-La gran mayoría de la gente está esperando a ver qué pasa. Hay cautela. Salvo los extremos, que están decididos a votar a favor o en contra, la gran mayoría de la ciudadanía, por lo menos la mitad, está esperando el resultado. Qué sale de todo esto.
-Respecto al gobierno, la desaprobación baja 4 puntos.
-Es cierto, mejora un poco, pero sigue siendo alta (50%). La buena noticia es que no empeoraron los números por una razón súper simple: porque la agenda post electoral y de isapre es algo que no le pega al gobierno, al contrario. El gobierno está presentando proyectos de ley y está con vocerías, está arriba del tema de las isapres y a la larga es un asunto que favorece al gobierno, porque el 80% está en Fonasa. Entonces todo lo que sea no hablar de delincuencia ni inmigración es algo que favorece al gobierno.
-La aprobación presidencial sube dos puntos, que está en el margen de error.
-Claro. El peor momento fue cuando se hicieron los indultos, después se ha mantenido, tiene un 33 % (+2) que es lo que sacó Apruebo Dignidad.