Paula Valenzuela
Su mirada más crítica es con la oposición. Si bien el senador de Renovación Nacional (RN) Andrés Allamand ha reparado en la gestión del gobierno, sobre todo en el ámbito del orden público, esta vez tiene un juicio positivo del cambio de estrategia en seguridad. Respecto de la pandemia, insiste en que La Moneda tiene una estrategia bien orientada, pese a los últimos números de contagios y muertes. En ese sentido, recalca que “la articulación con los alcaldes es una de las claves para el éxito contra la pandemia”.
Nuevamente apuntando a la oposición, el exministro deja de manifiesto que son ellos los que ni siquiera se abren a acuerdos para las reformas previsional y de salud, por lo que menos habrá espacio para un pacto social.
—Esta semana fue la más dura en la crisis del Coronavirus, ¿hubo un exceso de triunfalismo de parte del gobierno, como ha dicho la oposición?
—La oposición está pésimamente evaluada, porque no logra avanzar hacia lo que la ciudadanía espera de ella, que ayude a resolver los problemas. No logra sintonizar con el sentido común. Esta semana circuló en redes un meme que grafica muy bien su problema: “En medio de la crisis lo útil es buscar soluciones; lo inútil es buscar culpables”. La oposición no ha formulado ninguna idea concreta para salir adelante. Su aporte ha sido aprobar los proyectos de ley a regañadientes y sostener que toda ayuda es insuficiente. Una oposición sin liderazgo, sin unidad y sin propuestas no ayuda en nada.
—A principios de mes, usted dijo que el gobierno iba para arriba, ¿lo sigue sosteniendo luego de los números negativos del Coronavirus que se ven desde la semana pasada?
—Manejar la crisis más grande de que se tenga memoria es un gigantesco desafío. Levantando la vista y lejos de la pelea chica, lo objetivo es que la estrategia sanitaria del gobierno, pese a toda la dificultad, está bien orientada: aplicar cuarentenas estratégicas, reforzar la red hospitalaria, aumentar los testeos y avanzar hacia tratamiento profesional de los contagiados en recintos especiales. La baja tasa de letalidad demuestra la respuesta del sistema. En el plano social la ley de protección del empleo, el crédito Covid para inyectar liquidez a las empresas, particularmente a las pymes, el Ingreso Familiar de Emergencia, entre otras medidas, muestran a un gobierno comprometido con la solución de la crisis.
—Dicen que el Presidente Piñera ha estado más abierto a escuchar y que incluso ha llamado personalmente a alcaldes. ¿Usted lo ha visto así?
—Creo que la articulación con los alcaldes es una de las claves para el éxito contra la pandemia. Hay que cerrar las brechas de opiniones, seguir estableciendo canales de comunicación y volcar el aparato municipal a la solución de la crisis. Gobierno central y gobiernos locales deben actuar como un solo hombre.
—¿Cómo ve el regreso de excolaboradores como Rodrigo Ubilla y Luis Castillo? ¿Cree que el Presidente vio debilidad en su equipo actual como para requerir dicha ayuda?
—Rodrigo Ubilla tiene una gran experiencia en materias logísticas, gran capacidad para formar equipos en situaciones de emergencia y conoce muy bien como hacer funcionar los engranajes del Estado. Lo absurdo habría sido no convocarlo en esta emergencia extrema al igual que a otras personas con rasgos similares.
—¿Cree que la entrega de cajas de alimentos será una buena medida para paliar la grave situación económica que vive el país? La medida ha sido criticada por falta de logística, que no alcanzará a cubrir a un porcentaje importante, que favorece a grandes cadenas de supermercados.
—No hay duda que será una gran ayuda; es cosa de ver cómo la recibe la gente. Es una medida que se suma al resto de las adoptadas. Ahora, era esperable que la oposición la criticara, ya que esa es su tónica. Algunos, con gran pequeñez, han dicho que es una medida para favorecer a los proveedores de las mercaderías. Sin embargo, si se hubiera actuado con “tarjetas de compra” u otra fórmula similar habrían dicho que era también para favorecer a las grandes cadenas de supermercados.
“Echarle leña a la hoguera”
—¿Cómo vio los hechos ocurridos en El Bosque? La UDI pidió mano dura para este grupo que rompió la cuarentena y finalmente el gobierno terminó querellándose mientras el presidente de su partido, Mario Desbordes, dijo que no era la solución ir a palos contra la gente que tiene hambre.
—La gran interrogante es si la oposición va a tener, otra vez, una actitud ambigua o ahora va a condenar la violencia. Luego del estallido varios dirigentes opositores admitieron que no habían tenido una actitud de condena categórica como era necesario y ahora vuelve a plantearse el mismo problema. Un asunto diferente es no mezclar a los agitadores profesionales con las personas que se manifiestan. Con los primeros no corresponde tener contemplaciones y el gobierno debe aplicar la ley.
—¿Y piensa que, tal como dijo el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, que el PC y el Frente Amplio exacerbaron las dificultades en ese episodio?
—No hay duda y lo seguirán haciendo. Durante el estallido apostaron a la ingobernabilidad y a la desestabilización del gobierno. Ahora harán lo mismo.
—¿Pilló por sorpresa ese episodio al gobierno? Usted ha dicho que luego de seis meses la violencia no puede volver a sorprenderlos…
—Así es. Hoy el gobierno debe estar preparado y actuar con todo el instrumental jurídico y político del que está revestido.
—¿Avizora un nuevo estallido por la severa crisis económica?
—No hay duda que actores políticos de izquierda están ya preparándose para echarle leña a la hoguera. Basta darle una mirada a las redes sociales. Por eso es tan importante que exista en el mundo político una actitud de rechazo a todas las acciones violentas. Aquí hay un desafio país de gran envergadura: todas las instituciones del Estado deben ser capaces de actuar para resolver los graves problemas que afectarán a la ciudadanía que tendrán una envergadura nunca antes vista.
—Usted ha sido crítico de la gestión del orden público en su momento, y muy duro con el ministro Blumel. ¿Cómo ve el manejo en estos estados de excepción?
—Yo veo un cambio importante. La crítica en cuanto a que el manejo del orden público había dejado mucho que desear era correcta y fundamentada. Estoy seguro de que el ministro Blumel está muy claro de cuáles son sus responsabilidades en lo que viene.
Pacto social: “RN es realista”
—Esta semana, ha estado en la palestra la idea de lograr un pacto social. ¿Comparte la idea que ha impulsado Mario Desbordes?
—Yo veo que los dirigentes opositores han ido, uno a uno, descartando la idea. Algunos han partido por descalificar al Presidente Piñera como actor de un eventual acuerdo. Es un planteamiento absurdo. ¿Quieren un pacto sin el gobierno? ¿Qué viabilidad puede tener? Otros han formulado exigencias completamente descuadradas en términos de sus contenidos. Han planteado que el piso son reformas que ni siquiera ellos mismos impulsaron cuando fueron gobierno. No faltan los que dicen que no es el momento. Está claro: la oposición dejó sin agua en la piscina cualquier eventual pacto social.
—¿La idea del pacto social tiene adherencia en RN?
—RN siempre favorece los acuerdos, pero es también realista. Un primer paso serio sería avanzar en las reformas previsional y de salud que están en el Congreso. Sin embargo, la oposición no está dispuesta a dar un paso adelante y las mantiene frenadas. Si no están dispuestos a alcanzar acuerdos en tales materias que son prioritarias, por qué pensar que estarán dispuestos a hacerlo en otras.
—¿Le causó molestia el documento de contenidos que el presidente de su partido escribió junto al senador PS José Miguel Insulza?
—Lo más relevante fue la diferencia que quedó de manifiesto entre quienes suscribieron el documento. Mario Desbordes dijo que para él era “intransable” que la convocatoria a un pacto la formulara el Presidente Piñera; el senador Insulza se demoró 24 horas en rechazar categóricamente la idea y descalificar al Presidente de la República como un actor principal de un eventual pacto.
—Desbordes dijo que ha intentado muchas veces conversar primero con Chile Vamos…
—Siempre es mejor partir conversando “puertas adentro”. Es lo que ha planteado el gobierno y me parece una orientación correcta.
