Este martes, los diputados Leonardo Soto, Daniel Núñez y Boris Barrera presentaron a la Contraloría General de la República un requerimiento para que el ente se pronuncie sobre la designación de Pablo Piñera -por decisión de su hermano, el Presidente Sebastián Piñera- como embajador de Argentina.
En el escrito que los parlamentarios ingresaron a la Contraloría, apuntan a que existe un conflicto entre el "interés general de la nación" y los "intereses personales" de la familia presidencial.
Sobre lo mismo, señalaron que existiría una influencia particular o privada que se proyecta en la esfera pública, generando un "conflicto de interés en la designación de familiares en cargos de exclusiva confianza del Presidente, siendo una afectación al principio de probidad del artículo 8° de la Constitución y una grave merma a la democracia y la confianza ciudadana".
Por otro lado, los parlamentarios apuntan que Pablo Piñera estaría inhabilitado a ser nombrado como embajador por tener un parentesco consanguíneo colateral en segundo grado con el Presidente.
Además de que exista una relación de jerarquía entre el Presidente y el Embajador de Argentina, pues Pablo Piñera sería representante directo de su hermano en el país transandino.
Si bien Piñera hizo una férrea defensa la formación académica y la experiencia de su hermano, anunció que "por respeto a la institucionalidad vigente, me parece prudente esperar el pronunciamiento de la Contraloría frente al requerimiento antes mencionado, antes de proseguir con la implementación de este nombramiento".