Alejandro Guillier no pensó que una arriesgada analogía terminaría por generarle un dolor de cabeza. El senador sinceró su distancia con La Moneda, que se arrastra desde hace semanas, y su objetivo fue el jefe de gabinete, Mario Fernández.

“No sé si el ministro del Interior sufre alzheimer o es así, porque tú vas a hablar con él y al mes siguiente le dices cómo nos va y te dice de qué conversamos”, dijo Guillier a primera hora de este martes en radio Agricultura al criticar el funcionamiento político del gobierno.

El senador expuso su distanciamiento con el comité político y el segundo piso de La Moneda, a diferencia de la relación que mantiene con la Presidenta Michelle Bachelet: “Con ella nunca he tenido problema”, afirmó.

Por el contrario, los problemas son con los ministros. Poco después de su arremetida contra Fernández fue la vocera de gobierno, Paula Narváez, quien cuestionó a Guillier. “Lamento las declaraciones, creo que son ofensivas”, sostuvo la sucesora de Marcelo Díaz.

A esa altura, Guillier ya había salido a aclarar sus dichos. Si bien no retrocedió y mantuvo su crítica política, el senador explicó que su alusión a que Fernández padece alzheimer fue “una expresión con un cierto tono humorístico para reflejar una situación objetiva”.

Mala evaluación

Si bien tras una reunión del comité político en La Moneda el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, desdramatizó los dichos de Guillier, al plantear que “se trató de una metáfora que grafica una crítica política”, en algunos sectores del PR la arremetida del senador fue mal evaluada.

“Se salió del libreto”, fue uno de los comentarios al analizar lo ocurrido, mientras que otras voces apuntaron a su falta de experiencia política. La diferencia, plantean, es que hace dos semanas la crítica al comité político era generalizada en el oficialismo, mientras que ahora existe resignación y se frenaron los cuestionamientos públicos.

Como sea, en el PR respaldan el tono planteado por el senador en cuanto al funcionamiento del gobierno, que viene desde hace semanas.

El 9 de noviembre, Guillier pidió que “que cambie luego el comité político, esto ya no da para más”, y aludió a un “mal trabajo” de los ministros en la negociación por el reajuste al sector público.

Cuentas pendientes

La arremetida del periodista contra Fernández fue en parte un desahogo. La molestia se arrastra desde que el democratacristiano asumió en Interior en junio pasado. Desde entonces, Guillier ha insistido en formar una mesa de trabajo para la Segunda Región, que representa en la Cámara Alta, y según explican en su entorno, no ha recibido respuesta.

“Se siente ninguneado”, dicen en el Partido Radical para explicar la desafección de Guiller con La Moneda. Y capítulos para relatar esa historia hay varios. Los últimos hace un mes y medio atrás.

El 13 de octubre en una entrevista en revista Capital, el ministro Fernández sinceró su pronóstico de cómo va a terminar la carrera presidencial. “La decisión a la larga va a ser entre Lagos y Piñera, lo otro es fantasía”, dijo el jefe de gabinete.

Desde entonces quedó una herida entre Guiller y La Moneda que nunca cicatrizó, dicen en el PR, donde acusan –al igual que el propio senador- que el gobierno ya tiene su favorito para suceder a Bachelet: el ex presidente Ricardo Lagos.

Dos días antes de los polémicos dichos de Fernández, el entonces vocero de gobierno, Marcelo Díaz había planteado que un acuerdo presidencial entre el PS y el PPD “me parece bastante natural”, lo que fue leído por Guillier y el PR como una intromisión y falta de prescindencia.

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