Hoy se dieron a conocer los documentos desclasificados del caso Letelier que fueron entregados por Estados Unidos al gobierno de Chile.
En uno de ellos, fechado el 7 de mayo de 1991, Mike Kozak, quien era funcionario de asuntos hemisféricos del Departamento de Estado, le señala en un memorándum al entonces Subsecretario de Estado para la región, Bernie Aronson, que el objetivo principal en el caso Letelier es llevar a los responsables del crimen ante la justicia y que el general Manuel Contreras y el coronel Pedro Espinoza aún no responden por sus actos.
Y, en ese marco, plantea seis opciones, dos de las cuales son la captura de Contreras, con el consentimiento del gobierno chileno o bien unilateralmente. Sin embargo, el propio Kozak descarta esas posibilidades.
El funcionario del Departamento de Estado señala que Contreras no es popular en Chile, que el general mantiene su reputación -y posiblemente su capacidad- para asesinar a oponentes que lo presionen y que ha amenazado con implicar a otras personas, incluido Augusto Pinochet, en casos de abusos a derechos humanos si él es llevado ante la justicia. Además, se muestra pesimista de que Contreras sea juzgado en Chile.
En este sentido, Kozak plantea las seis opciones, según el documento al que accedió T13:
1) Que Estados Unidos presione por un juicio en Chile, aún cuando existen dudas de que tenga resultados importantes.
2) Que Estados Unidos pida la extradición de Contreras y Espinoza. Sin embargo, se advierte que ellos podrían argumentar que la Corte Suprema ya descartó su extradición y que Chile no está obligado a extraditar a sus ciudadanos.
3) Pedirle a Chile que expulse a Contreras y Espinoza a Estados Unidos o un tercer país. En este escenario advierte que Chile y EE.UU. pueden ser acusados de evadir el proceso de extradición.
4) Atraer a Contreras y Espinoza fuera de Chile y extraditarlos desde un tercer país. Señala que ello no implicaría al gobierno chileno y que, de funcionar, evitaría presiones políticas y decisiones complicadas.
5) Capturar a Contreras en Chile con el consentimiento de Chile. Para ello, pone el ejemplo del narcotraficante hondureño Ramón Matta Ballesteros que en 1988 fue capturado en su casa de Tegucigalpa por uniformados de EE.UU. y enviado a ese país para ser juzgado.
El funcionario señala que esto puede desacreditar al gobierno chileno pero que si Washington propone esta posibilidad, ello podría provocar acciones por parte de Chile para avanzar en el caso.
6) Capturar a Contreras unilateralmente. Kozak señala que ello viola la ley y la soberanía de Chile y que es muy peligroso porque podría provocar la muerte de personas, entre otras cosas.
Kozak señala a Aronson que, de estas opciones, sólo la 1, 2 y 4 parecen viables y que las familias de las víctimas continúan presionando con la posibilidad de un juicio. Finalmente, en 1993 la justicia chilena condenó a Manuel Contreras y Pedro Espinoza por el crimen de Orlando Letelier, lo cual fue ratificado por la Corte Suprema dos años después.