Diputados de la Comisión de Relaciones Exteriores calificaron como un “desaire” y “una falta de respeto” la ausencia del canciller argentino Gerardo Werthein de la ceremonia de conmemoración de los 40 años del Tratado de Paz y Amistad que se llevó a cabo en el Vaticano y a la que estaban invitado las principales autoridades de Chile y Argentina.
El diputado Tomás de Rementería planteó que este “desaire” se suman a otras diferencias que han habido entre los gobiernos de Javier Milei y Gabriel Boric, como los polémicos dichos del embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie, y la construcción en la zona sur austral que violó parte del territorio chileno.
“Efectivamente es un desaire. Es un desaire que yo trato de desdramatizar un poco, pero ya son varios hechos que se van sumando de Argentina hacia Chile. ¿Se acuerdan cuando hicieron esta construcción que se pasó de la línea?, o las declaraciones del embajador Faurie”, planteó el diputado de la bancada del Partido Socialista (PS).
“Yo creo que debe haber una posición más clara en responderle a Argentina por qué no participó en esto, porque no puede que una de las partes ponga todo y la otra no quiera poner ninguna. Estos 40 años del Tratado de Paz y Amistad eran importantes y muy importantes. Es un desaire no sólo a nosotros, sino que también al Estado del Vaticano y el Papa Francisco”, agregó.
Medios de comunicación de Argentina sostienen que la ausencia del canciller argentino responde a diferencias ocurridas entre Milei y Boric en la cumbre del G20 y que, por ello, la autoridad trasandina se habría ausentado de la ceremonia que conmemoraba los 40 años de la intervención del Vaticano para evitar la Guerra del Canal de Beagle entre Chile y Argentina.
El parlamentario del PPD Raúl Soto sumó además que la situación era una “falta de respeto”.
“Me parece una falta de respeto, un desaire de Argentina con Chile que no haya asistido el canciller argentino estando ya confirmado con bastante antelación el canciller chileno. Una falta de respeto y un desaire también para el propio Papa Francisco”, dijo el parlamentario.
“Desde esa perspectiva nos parece que, lamentablemente, la política exterior de Argentina ha dejado mucho que desear, no ha estado a la altura, no se ha comportado con una perspectiva y mirada de Estado, más allá de los colores políticos de sus gobernantes”, añadió.