Con el respaldo de 93 diputados, el proyecto de ley que tipifica el delito de maltrato a los adultos mayores por quienes estén a cargo de su cuidado (boletín n°10049), fue despachado este jueves al Senado para su segundo trámite constitucional.

El segundo informe de la Comisión de Familia fue rendido a la Cámara de Diputados por la diputada Karla Rubilar (Ind), quien además es autora del proyecto, junto a los diputados Juan Luis Castro(PS), Ramón Farías (PPD), Nicolás Monckeberg (RN), Claudia Nogueira (UDI), Alberto Robles (PRSD) y Víctor Torres (DC). 

El texto aprobado modifica el Código Penal, para introducir un nuevo párrafo, denominado "Del maltrato de los adultos mayores". En él se establece que el que ejerza cualquier tipo de violencia física o psíquica en un adulto mayor que se encuentre a su cuidado de forma voluntaria o remunerada, será castigado con la pena de presidio menor en su grado mínimo (61 a 540 días), salvo que el hecho sea constitutivo de un delito de mayor gravedad, caso en el cual se aplicará la pena asignada por la ley a éste.

Asimismo, se aplica una pena accesoria de inhabilitación absoluta y perpetua de ejercer esa profesión, empleo u oficio respecto de las señaladas personas.

La misma sanción se aplicará a los directores y trabajadores de centros de días y establecimientos de larga estadía que ejerzan violencia física o psíquica, en los adultos mayores que en ellos residan.

Situación de los adultos mayores en Chile

De acuerdo a cifras de la encuesta CASEN (2013), el 16,7% de la población en Chile (2 millones 885 mil 157 personas) se compone de sujetos con edad de 60 años y más, donde el 42,7% son hombres y el 57,3% mujeres.

La esperanza de vida alcanza los 76 años en hombres y 83 años en mujeres, lo que significa que una persona puede formar parte del grupo Adultos Mayor durante un periodo igual o superior al de su infancia y adolescencia juntas. De este modo, tanto por el crecimiento de la población como por sus necesidades específicas, los adultos mayores se han transformado en un segmento de consumidores cada vez más relevante, en situación de mayor vulnerabilidad y sujetos de derecho.

Al respecto, diversos estudios han relevado la importancia económica de este colectivo y su potencial de mercado, por lo cual tienen un rol cada vez más activo como consumidores. La demanda de los adultos mayores es similar a la del resto de la población, pero ajustada a sus necesidades particulares, como por ejemplo: alimentación adecuada, servicios médicos y de acondicionamiento físico.

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