El ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, descartó renunciar al gabinete del Presidente, Gabriel Boric, e insistió que nada lo vincula al denominado “Caso Democracia Viva”. 

Los cuestionamientos comenzaron el pasado 16 de junio —por parte de los propios funcionarios del Serviu— por el pago en una cuota millonaria para el arriendo de un inmueble para una fundación y el convenio por $426 millones entre la Seremi de Vivienda y la Fundación Democracia Viva.

En un punto de prensa, Jackson afirmó “no existe absolutamente ningún antecedente o dato que me relacione con el gravísimo caso de Democracia Viva en el norte de nuestro país, más allá de compartir la militancia con quienes organizaron esa fundación”.

“Yo al menos estoy abocado al mandato que el Presidente nos ha encomendado (...) Hay un desafío gigantesco, el Presidente me ha pedido que dedique todos mis esfuerzos a las tareas propias del ministerio porque no hay absolutamente ninguna vinculación respecto a esta materia”, recalcó. 

Asimismo, el titular de Desarrollo Social indicó que “estoy en esta función pública por confianza del Presidente de la República y mientras mantenga esa confianza para ejecutar las labores propias del ministerio, por supuesto que voy a dedicar todas las horas de mi jornada para poder desarrollar lo mejor posible los objetivos del ministerio”.

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