Esta tarde la Presidenta Michelle Bachelet se reunió con su par argentino, Mauricio Macri, en el marco de una visita oficial por la conmemoración de los 200 años de la Batalla de Chacabuco, uno de los hitos de la independencia de la región, con el fin de profundizar los lazos bilaterales y los acuerdos comerciales.
El encuentro se llevó a cabo en medio de un ambiente tenso, debido a las constante presiones de la UDI respecto al caso del ex frentista Galvarino Apablaza, sindicado como autor intelectual del asesinato del ex senador UDI Jaime Guzmán en 1991, cuya extradición se encuentra pendiente debido a su calidad de refugiado en el país vecino.
Posterior al encuentro, ambos mandatarios se dirigieron a la comuna de Colina, a los pies del monumento a la Batalla de Chacabuco, donde se realizó un reconocimiento a los soldados que formaron parte de esta hace 200 años. Además, allí firmaron la Declaración de Chacabuco, que plasma algunos aspectos importantes de la relación bilateral, además de la visión compartida de ambas naciones frente al panorama regional.
En ese marco, la Presidenta Bachelet se refirió a Chile y Argentina como "repúblicas hermanas", en medio de un panorama internacional con "resurgimiento de ideas que propugnan la disgregación, la xenofobia el aislacionismo y el proteccionismo comercial".
"Chile y Argentina como repúblicas hermanas se abrazan nuevamente para reivindicar la unidad, y reivindicar la fuerza y el alcance del esfuerzo coordinado de la integración bilateral y regional, y renovar nuestros votos de cooperación y amistad mutua", agregó.
Entre otras cosas, la presidenta afirmó que durante la reunión tocaron temas sobre mayor cooperación en términos de desastres naturales, y aprovechó de manifestar que Chile "tiene la voluntad de avanzar en su relación con Perú en la misma dirección que ha logrado hacerlo con Argentina".
Además, agradeció públicamente a los brigadistas argentinos que ayudaron a combatir los incendios, destacando esto como una muestra de "solidaridad más allá de las fronteras".
"Hace 200 años comprobamos que ni un muro natural de miles de metros de altura puede ser una barrera infranqueable para el deseo de libertad y de encuentro que anima a las personas y pueblos libres", precisó la mandataria.
En tanto, el mandatario argentino se sumó a lo expresado por la presidenta Bachelet, recalcando que "en este momento en que el mundo presenta desafíos tan grandes como la cordillera que nos separa, más que nunca tenemos que pensar de qué manera vamos a ser exitosos frente a los desafíos y transformarlos en oportunidades para los pueblos".
"Sin duda, ese camino es el mismo que siguieron San Martín y O'Higgins, fomentando la integración física entre países hermanos", añadió.
Los puntos acordados en la reunión
Los mandatarios reiteraron su voluntad de continuar fortaleciendo sus relaciones políticas con el resto de Latinoamérica, e impulsando la convergencia de los dos foros económicos regionales que ambos países integran: el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Alianza del Pacífico (AP).
Entre los acuerdos alcanzados, ambos acordaron ─ Macri en su calidad de Presidentes Pro Témpore de Mercosur, y Bachelet de la Alianza del Pacífico ─ promover la realización en el corto plazo de un encuentro de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de los países que integran ambos bloques.
En esta misma línea, anunciaron el inicio de las negociaciones para alcanzar un acuerdo de liberalización comercial ambicioso, que permita reimpulsar y estrechar los vínculos económicos y comerciales bilaterales, así como continuar promoviendo las inversiones.
Ambos mandatarios resaltaron la importancia estratégica de una América Latina y Caribe como Zona Libre de Armas Nucleares. Así mismo, reiteraron su pleno respaldo al proceso de paz promovido por el Gobierno de Colombia y su voluntad de seguir colaborando en la implementación de los acuerdos suscritos.
Respecto a las tendencias proteccionistas que se observan en el panorama internacional, sostienen que estas se contradicen con los esfuerzos por alcanzar un crecimiento sostenible y un desarrollo inclusivo de nuestras naciones, y reafirman que América Latina puede y debe contribuir a la gobernabilidad global como una región democrática y de paz.