La Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó en general este martes la reforma constitucional que busca autorizar un segundo retiro de fondos de pensiones, para que millones de chilenos puedan acceder a sus propios ahorros en medio de la crisis económica provocada por el COVID-19.
Con votos a favor de toda la oposición y la mayoría del oficialismo (once votos a favor y uno en contra), la normativa dio un paso en el Congreso. Desde Renovación Nacional aseguraron que respaldarán en la sala el proyecto e ingresarán indicaciones para mejorarlo.
El único voto en contra en la instancia, fue el del diputado de la UDI Jorge Alessandri, quien, sin embargo, respaldó el retiro forzoso de pensiones alimenticias y el retiro de futuras rentas vitalicias.
La instancia envió con informe positivo a la sala de la cámara el proyecto presentado por el diputado socialista Marcos Ilabaca y la diputada humanista Pamela Jiles, y que está en condiciones similares que el primer retiro de fondos de AFP, que permitía acceder hasta a un 10 por ciento de los ahorros, y con un piso mínimo de 35 UF, es decir, cerca de un millón de pesos.
Este es el primer paso importante del proyecto, que ahora deberá discutirse y votarse en general en la sala de la Cámara de Diputadas y Diputados. Posteriormente, se podrían presentar indicaciones para perfeccionar la reforma y volver a ser votado por los parlamentarios, para recién ahí pasar al Senado.
Al igual que el retiro que fue aprobado en julio, para que esta normativa sea aprobada se necesita que al menos tres quintos (3/5) de los diputados y diputadas lo apoyen, por lo que no basta con el respaldo de la oposición, sino que es necesario que parlamentarios oficialistas también lo apoyen.
De momento, el gobierno, a través de sus ministros de Hacienda Ignacio Briones y de Trabajo María José Zaldívar, han anunciado su rechazo a la propuesta.
El proyecto permite el retiro con un tope de 150 UF (cerca de cuatro millones de pesos) y el mínimo de 35 UF (alrededor de un millón de pesos), es decir, igual al primer retiro, al que han accedido más de nueve millones de personas.
La principal diferencia radica en el tema de las pensiones alimenticias que, en el caso del primer retiro, era necesario que el deudor de la pensión solicitara el retiro de su 10% para que se hiciera efectiva, mientras que en este caso se le embargaría ese dinero, que iría en beneficio de la persona a la que se le adeuda.
La otra modificación respecto al primer proyecto aprobado es que se entregaría en una sola cuota y no en dos, como ocurrió en agosto de este año, con el retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones.