La polémica comenzó el sábado pasado cuando el Presidente de Bolivia, Evo Morales acusó de “agresión económica” a Chile por las largas filas de camiones en la frontera debido al paro de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y que mantuvo al Servicio de Aduanas y al Servicio Agrícola y Ganadero trabajando en turnos especiales durante los días 26, 27 y 28 de octubre.
Respecto a lo anterior es que la cancillería lanzó un comunicado donde indicó que la acusación de Morales “es totalmente infundada” y señaló que el emplazamiento busca “crear un conflicto ficticio para contar con opciones a su demanda marítima que busca una transferencia de territorio soberano contrario al Tratado de 1904 e inaceptable para Chile”
El comunicado recalcó además que había turnos especiales de atención de “manera de garantizar la apertura y funcionamiento de los mismos durante la paralización convocada por la ANEF. Estos turnos especiales permitieron otorgar continuidad a los servicios en los pasos fronterizos entre ambos países”.
Aclarado los motivos de la extensa fila que se vivió durante esos días en el paso fronterizo, el ministerio de Relaciones Exteriores, señaló que “llama la atención” que el Gobierno de Bolivia, “autodenominado socialista, proteste en contra e intente sacar provecho de una movilización de trabajadores”.
Uso de los puertos
A través de la misiva, la cancillería indica que “no se entienden las reiteradas quejas bolivianas sobre el libre tránsito hacia Arica, puesto que el comercio boliviano privilegia el uso del puerto de Arica”. El texto también destaca que ese país tiene “abandonada” una zona franca de Rosario en Argentina y critica que no movilice productos el puerto fluvial de Puerto Busch, que es de su propiedad.
Sobre lo mismo, se explica que “los beneficios que otorga Chile a Bolivia bajo el Tratado de 1904, y más allá del Tratado, evidentemente explican el intenso uso boliviano del Puerto de Arica, 80% de cuya carga es de ese país altiplánico”.
El escrito también ahondó en el transporte terrestre y acusa que “no contribuye a que la circulación del transporte terrestre sea expedita, pues existiendo un acuerdo de control integrado en régimen de doble cabecera, el ingreso a Bolivia debería realizarse en el complejo de Tambo Quemado” Sin embargo este paso, que fue reparado, las autoridades altiplánicas no han dado su venia para que funcionarios chilenos ingresen a éste. “Es legítimo preguntarse, por qué Bolivia con su conducta contribuye a entorpecer la fluidez de los pasos fronterizos, en vez de colaborar para que los controles sean más expeditos”, concluye.
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