"No hemos encontrado todavía toda la justicia, pero lo que hizo usted le dio una esperanza no solamente a los chilenos sino a todo el mundo y que fue que puede haber justicia y vale la pena siempre seguir luchando por ella".
Con estas palabras el Presidente de Chile, Gabriel Boric, agradeció personalmente al juez español Baltasar Garzón haber ordenado la detención del dictador Augusto Pinochet cuando se encontraba en Londres en octubre de 1998. El acto se dio en el marco del próximo aniversario número 50 del Golpe de Estado.
"Quiero agradecerte tu compromiso, cariño y entrega hacia nuestro país que trasciende generaciones", dijo además Boric dirigiéndose al cantante Joan Manoel Serrat, quien también participó en la actividado en la Casa América de Madrid bautizada como "Chile: memoria y futuro a 50 años del golpe de Estado".
Serrat y Garzón recibieron una insignia conmemorativa del golpe perpetrado el 11 de septiembre de 1973, al que siguió una dictadura que se alargaría hasta 1990.
El cantautor catalán recordó su primer concierto en Chile, en 1969, solamente cuatro años después de empezar a cantar profesionalmente, y la visita que le hizo entonces al poeta Pablo Neruda en su casa de la Isla Negra.
"Neruda me hizo otro de los mayores regalos que me han hecho, que fue que no durmió la siesta aquel día", bromeó Serrat en el acto, en el que también participó el ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Boric, 42 años más joven que el cantante, explicó que su padre "nunca" le perdonó que "grabara encima de un concierto" de Serrat "un episodio de las Tortugas Ninja", en una cinta de video.
Sobre el golpe del general Pinochet, Serrat recordó que estaba en aquellos momentos grabando en Madrid, y que "nunca" pensó "que pudiera producirse lo que más tarde llegó a ocurrir, y mucho menos de la forma que llegó a ocurrir".
La detención de Pinochet era "ajustada a derecho"
"Fueron días tremendamente duros y días de una gran preocupación por lo que podía estar ocurriendo y lo que podía estar ocurriéndoles a las gentes que uno quería y a otros que no conocía pero estaban absolutamente encerradas en aquella trampa", narró el cantante de "Mediterráneo" o "Lucía", que se despidió de los escenarios a finales de 2022.
Por su parte, el presidente chileno le agradeció a Garzón su "lucha eterna por la justicia", recordando aquel 16 de octubre de 1998 en que el juez español consiguió que la policía británica detuviera en Londres a Pinochet, abriendo un proceso de extradición que finalmente no fructificó.
"Como juez, como jurista, como persona, como militante de derechos humanos, fue un honor sumarme a la historia de Chile", respondió el antiguo juez.
"Tomé una decisión que, desde mi punto de vista, era la única que se podía y se debía tomar en ese momento, no importaba lo que ocurriera", añadió, estimando además que "se ajustaba a derecho".
Boric inició el viernes las actividades de su primera visita oficial a España reuniéndose con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y almorzando con el rey Felipe VI.
Fue el reencuentro con el monarca desde la investidura de Boric, cuando le acusó de haber obligado a retrasar su toma de posesión al llegar tarde, algo que desmintió la Casa Real española.
El domingo, Boric partirá a Bruselas para participar, el lunes y el martes, en la cumbre que mantendrán los líderes de la Unión Europea y de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
El martes por la tarde se desplazará Ginebra, y el miércoles, jueves y viernes estará en París, de donde regresará a Chile el sábado.