"Para mí la honra es lo que todo ser humano debe defender y en eso estoy", aseguró este martes el senador desaforado Carlos Bianchi durante la segunda jornada de juicio oral en su contra, en el marco de la investigación por fraude al fisco y negociación incompatible en el arriendo de una sede en Punta Arenas a su suegra, Fresia Espinoza, y posteriormente a su cuñada, Victoria Retamales.
Fue una jornada de más de cuatro horas, donde el parlamentario se refirió a las acusaciones en su contra y respondió a las preguntas de los fiscales.
El Ministerio Público acusa un sobreprecio en el arriendo del inmueble, de 39 metros cuadrados, por el cual se desembolsaba una suma cercana a los $850 mil. La fiscalía argumenta que el perjuicio causado asciende a $45.148.728.
Es por ello que la fiscalía pide una condena de 5 años y un día de cárcel por los delitos de fraude al fisco, y otros 4 por negociación incompatible. A esto se sumarían 10 años de inhabilidad para ejercer cargos o empleos públicos.
Durante su intervención -a la que accedió T13- Bianchi comienza detallando su llegada al Congreso, en 2006, aseverando que "no conocía a nadie" y que desconocía la normativa y funcionamiento de la corporación.
Bianchi detalla que dentro del conjunto de asuntos por resolver antes de su asunción en el cargo estaba la búsqueda de una sede. Fue ahí cuando su suegra, Fresia Espinoza, le propone habilitar como oficina un local comercial de su propiedad, ubicado en la calle Ignacio Carrera Pinto, en pleno centro de Punta Arenas. Él queda de consultar la factibilidad.
Es en este contexto que Bianchi apunta a Manuel José Benítez, su asesor legislativo, quien habría aseverado que la operación estaba en regla.
"Allí le pregunto a mi asesor jurídico -entre muchas consultas, de montón de temas-, en esta conversación más informal le digo 'mira, me llamó mi suegra y me dice que ella tendría en arrendamiento una oficina. ¿Eso es posible o no es posible?, ¿se puede o no se puede?. Entonces lo que me señala mi asesor jurídico es 'déjame verlo y te aviso'. No sé cuántos días habrán transcurrido, dos o tres días, y me dice 'sí, no hay ningún problema, el Senado no lo prohíbe, no hay prohibición de arrendar a un familiar y sí se puede'", explica Bianchi.
Ante la pregunta de cuál fue la fuente de Benítez, Bianchi respondió: "Yo desconozco, yo confío absolutamente de lo que me haya dicho mi asesor jurídico".
Valor de arriendo estaba "muy por debajo" las asignaciones
Bianchi reconoce que no visitó el inmueble antes de acordar el arriendo. En vista de su ubicación "privilegiada" realizó el trato con Espinoza, con quien firma un contrato de arriendo.
"Si bien no había ninguna exigencia de contrato, yo tomé la decisión de hacer un contrato y fue lo que le pedí a mi suegra. La forma de rendir era particularmente especial en el Congreso. Lo que había era un formulario muy simple, lo que había el senador era dar cuenta de los gastos que tenía, se firmaba y se entregaba al departamento de contabilidad, y lo que hacía el Senado era reembolsar los gastos que hacía un senador. Yo consideré que era mejor hacer un contrato, aun cuando no se me exigía un contrato", relata.
Consultado sobre quién fijó el valor de los 850 mil pesos, Bianchi responde que "los establece ella, ella se dedicaba al mercado inmobiliario". Acto seguido, se le pregunta por qué retamales no le ofreció otro recinto. Es ahí cuando el senador explica que las propiedades gestionadas por Espinoza eran comerciales, por lo que tuvo que adaptar la propiedad que se le arrendó. Entre otras cosas, se le realizó un vitrificado a los pisos y muros.
A Bianchi se le pregunta por qué no cotizó el valor, una pregunta que apunta a la tesis de la fiscalía: que hubo un sobreprecio en el arrendamiento.
La respuesta del parlamentario fue: "el ítem que nosotros teníamos para arrendamiento era de 4,5 millones al año 2006 y llegó a más de 6 millones al año 2009. Y eso estaba muy por debajo del ítem, por lo tanto no nos pareció para nada que no sea razonable y por eso es que aceptamos ese precio, que estaba muy por debajo de lo que yo tenía para gastar en arrendamiento".
"Estoy extremadamente por debajo de la media de todos los gastos de los demás senadores. Nosotros jamás gastamos el ítem total de los 4 millones y medio", remarcó.
Tras la muerte de Fresia Espinoza, Bianchi reconoce que los pagos se comenzaron a cursar hacia Victoria Retamales, su suegra y quien quedó como propietaria del inmueble arrendado. Esto no fue notificado al Senado.