Este miércoles se aprobó la creación del Ministerio de Seguridad Pública, pensado principalmente en la prevención de la delincuencia y la lucha contra el crimen y la violencia.

Este Ministerio, destaca el Gobierno, estará dedicado exclusivamente a la seguridad, con equipos profesionales en cada región y el mandato de coordinar todos los organismos del Estado en un sistema de seguridad cohesionado, detrás de una estrategia común de prevención del delito y lucha contra el crimen.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, destacó tras su aprobación que “lo que creamos hoy día y acordamos a través de esta votación es tener un Estado más fuerte para la seguridad. Un Estado más moderno, con más capacidades, un Estado más especializado, más profesionalizado para abordar este desafío que es tan importante”.

“El Ministerio está pensado y fue trabajado acuciosamente para tener todos los elementos para poder hacer bien su trabajo. Pero no sólo hacer su trabajo, sino que encargarse que todos contribuyan al esfuerzo de la seguridad”, continuó.

“Por eso es un concepto tan distinto a lo que estamos acostumbrados. Éste no es un Ministerio solo que se dedica a hacer su labor, sino que tiene las competencias y las herramientas para que cada sector de la sociedad, y sobre todo de las instituciones del Estado, haga su contribución”, agregó.

Finalmente, destacó que “eso es fundamental para que tengamos éxito en esta tarea, que por una parte es derrotar a la criminalidad, la violencia, pero también es prevenirla, y es trabajar en todas esas etapas que pueden evitarnos llegar a ese resultado indeseado que es un delito que se comete. El Ministerio está pensado para ser fuerte en ambas cosas y para que muchas instituciones contribuyan a ese objetivo”.

¿Cuál será el rol del nuevo Ministerio de Seguridad Pública?

Entre sus principales ejes, el Ministerio de Seguridad Pública colaborará en materias relacionadas con el resguardo, la mantención y la promoción de la seguridad y el orden público, la prevención del delito y, en el marco de sus competencias, la protección de las personas en materias de seguridad.

Entre sus funciones deberá planificar, diseñar, formular, coordinar, sancionar, supervisar y evaluar las políticas, planes y programas relacionados a las materias mencionadas anteriormente, pero también con la atención y asistencia a las víctimas.

Entre las estrategias de prevención y combate del delito deberá considerar, entre otros, el combate contra el crimen organizado y actos terroristas.

También deberá preocuparse por el resguardo de las fronteras, la ciberseguridad y la regulación de la seguridad privada. Asimismo, serán parte de sus funciones controlar las actuaciones de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública en los ámbitos administrativos y financieros, así como supervisar la gestión policial en los ámbitos estratégicos y operativos, a través de sus respectivos mandos policiales.

Un aspecto importante es que el proyecto establece que estas Fuerzas de Orden y Seguridad, como son Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), dependerán del Ministerio de Seguridad Pública y ya no del Ministerio del Interior, en su calidad de instituciones profesionales, jerarquizadas, disciplinadas, obedientes y no deliberantes.

¿Qué pasará con el Ministerio del Interior?

El nuevo Ministerio permitirá fortalecer el Ministerio del Interior, estableciendo claramente su figura como coordinador político del gabinete y encargado de la estructura entre los distintos sectores.

Es decir, estará encargado del desarrollo regional, entre otras facultades, mientras que el Ministerio de Seguridad Pública tendrá a su cargo las Subsecretarías del Interior y Prevención del Delito.

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