El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de visita en Chile, declaró el domingo su admiración por Salvador Allende y descalificó la actuación de Augusto Pinochet en el Golpe de Estado de 1973.

"La traición de Augusto Pinochet fue abominable. Es una mancha que no se borra ni con toda el agua de los océanos", dijo López Obrador luego de reunirse en el palacio presidencial de La Moneda con su contraparte chilena, Gabriel Boric.

Allende, quien asumió el poder en 1970, fue derrocado en 1973 por un alzamiento militar encabezado por el general Pinochet, entonces jefe del Ejército, que solo horas antes del golpe le había declarado su lealtad. Pinochet se mantuvo en el poder por 17 años, hasta 1990.

Boric agradeció la solidaridad de México con los perseguidos chilenos en el pasado y el desplazamiento de López Obrador para estar presente en los actos por el 50º aniversario del golpe de 1973. Eso pese a que, según él mismo dijo, no acostumbra hacer estos viajes.

El mexicano contó que era estudiante universitario cuando se produjo el derrocamiento de Allende y que ese hecho lo marcó.

"El presidente chileno Salvador Allende, que todavía gobierna con su ejemplo, es el dirigente extranjero que más admiro", reconoció.

Lo calificó como "un humanista, un hombre bueno, víctima de canallas" y como el "apóstol de la democracia de la república de Chile y ejemplo de dignidad en el mundo".

Medio siglo después del golpe militar, Chile aún está dividido entre los que defienden y repudian la dictadura.

López Obrador sostuvo que tal como Allende quería lograr transformaciones sociales por la vía democrática, su gobierno ha logrado reducir la pobreza y la desigualdad en México. Y lanzó una ácida crítica a los medios de comunicación de su país.

"Sin el apoyo del pueblo no habríamos podido resistir la intensa campaña en contra nuestra por parte de los medios de información, los medios de manipulación, expertos en la calumnia y, repito, en la manipulación", aseguró.

Con motivo de los 50 años del golpe de Estado en Chile, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, emitió una mensaje en el que sostiene que el hito de 1973 "fue un quiebre institucional que rompió los lazos de convivencia y marcó a generaciones de chilenos y chilenas".

"En este aniversario, celebremos el compromiso chileno con la democracia y los derechos humanos y reafirmemos nuestra dedicación para construir un mundo más justo, solidario y pacífico", aseguró.

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