El triunfo en Valparaíso de Jorge Sharp, respaldado por el Movimiento Autonomista de Gabriel Boric, fue una de las sorpresas de este domingo. El joven abogado derrotó al candidato oficialista Leopoldo DJ Méndez y al edil en ejercicio, el UDI Jorge Castro.
La victoria autonomista puso en el debate el objetivo declarado por dicho movimiento y el partido Revolución Democrática, de Giorgio Jakcson: la creación de un Frente Amplio que agrupe a los colectivos y movimientos de izquierda y crezca de manera paralela a la Nueva Mayoría. Al estilo de lo que hizo Podemos en España, tomando distancia del tradicional PSOE.
Para el ex ministro Francisco Vidal, lo de ayer es un primer paso importante en ese sentido, pero pone una condición que - a su juicio- no se cumpliría: un descuelgue masivo o desangramiento de la Nueva Mayoría por la izquierda. Esto, pese a que en el mismo Valparaíso varias figuras del bloque de gobierno quitaron su respaldo a Méndez para impulsar a Sharp.
-Tras el triunfo de Jorge Sharp y del Movimiento Autonomista en Valparaíso, algunos hablaron del germen de una tercera fuerza, a lo Podemos en España. ¿Ve eso posible?
Si esto tuviera una proyección nacional, que no la tiene, por que la tiene en algunas ciudades y en Valparaíso, que es el emblema, tú podrías configurar una tercera fuerza, un tercer gran bloque. Y Valparaíso es una muestra. Pero ellos tienen que trabajarlo, no está dado hoy.
-El objetivo fijado expresamente por Gabriel Boric y Giorgio Jackson es armar un Frente Amplio.
Por eso: el dato de Valparaíso los estimula, pero no es un dato dado en el país. Porque en otras partes la plataforma de Boric, en el mismo Punta Arenas, por ejemplo, sacó el 8%. Mientras que en San Miguel salió tercero, con 20%. Entonces, ahí se configura como proyecto, como desafío, pero no está todo dado.
-¿Lo ocurrido le pone piso a la idea?
Le pone piso, porque tienen un ejemplo concreto, donde hicieron un trabajo político y derrotó a los dos grandes bloques.
-En Valparaíso hubo descolgados de la Nueva Mayoría.
Así es, entre ellos mi colega Paula Quintana (ex ministra en el primer gobierno de Bachelet).
-¿Es condición que existan esos descolgados para que el Frente Amplio sea viable?
-Obvio. Sacar un pedazo a la Nueva Mayoría.
-¿Ve factible que eso ocurra, considerando los resultados del domingo?
Depende de cómo reaccione la Nueva Mayoría. Te voy a dar un argumento a contracorriente: la Nueva Mayoría perdió, pero no es un desastre. Un solo indicador: los votos. En votos de alcalde, que prefiguran una presidencial -a partir de que concentran en una sola persona al bloque- la derecha tuvo 38% y nosotros 36%. Y en votos de concejales, nosotros 47% y ellos 40%. Entonces, esto está muy consumido por las derrotas emblemáticas, expectativas frustradas, pero en la más dura de las duras, los votos, la situación es más bien pareja.
-¿Entonces, a su juicio, no hay riesgo de desangramiento por la izquierda?
No. Hay que ver cuánto sacó Revolución Democrática y el Movimiento Autonomista. Desde el punto de vista de los grandes números, la situación es pareja.
-¿Como a su juicio esto no es una debacle, no ve probable que se desangre por la izquierda?
No, porque el desangre por la izquierda es el triunfo asegurado de la derecha. Salvo que haya una especie de suicidio colectivo.
-O que se divida la Nueva Mayoría.
Bueno: triunfo seguro de la derecha. Ejemplo, La Reina. Donckaster 37%, Davis 17%. La derecha 39%.
-La DC podría definir irse por la libre...
No, porque la DC en camino propio es tercera o cuarta fuerza. El mismo argumento que tiene Ignacio Walker para no ir a una primaria porque serían terceros o segundos, lo tiene en el mismo resultado si van a primera vuelta.