El ex alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, defendió incremento patrimonial y rechazó alzar secreto bancario ante la fiscalía, en medio de la investigación en su contra por negociación incompatible, fraude al Fisco u enriquecimiento ilícito, tras la venta de dos de sus propiedades en Ñuñoa para la construcción de un edificio. 

"Quiero señalar que todo lo que he adquirido es fruto de mi trabajo por cerca de 42 años y representa el éxito de mis negociaciones e inversiones", de esta forma Sabat cerró la posibilidad de alzar su secreto bancario frente a la fiscalía.

 El ex edil de la comuna, relató ante el fiscal José Antonio Villalobos el pasado 30 de mayo y según reveló La Tercera, en sus declaraciones habría dado pormenores de la venta que, según la denuncia de los concejales Pablo Vergara y Jaime Castillo, habría recibido la aprobación de la dirección de obras de Ñuñoa para la construcción sólo días antes de que dejara la alcaldía.

Sabat habría firmado una promesa de compraventa con Fernández Wood previo a salir de su cargo, pero explicó que su intención no era vender, ya que "con ellos se firmó una promesa a través de mi abogado y ellos piden autorización para presentar un anteproyecto a la municipalidad. Los arquitectos de Fernández Wood ingresaron el anteproyecto, yo siempre supe y debía participar la Dirección de Obras de Ñuñoa".

"Yo hablé con Pedro Pablo Errázuric, que había sido Ministro de Transportes de Sebastián Piñera. Me llamó para decirme que vendiera la propiedad, él representaba a la empresa Fernández Wood, me pidió que se la vendiera al grupo y yo le respondí que no lo haría mientras estuviera en la alcaldía", señaló el ex edil en su declaración.

El ex alcalde aseguró que "este anteproyecto salió aprobado sin mi intervención, pero finalmente no se hizo el negocio". Pero otras de las indagaciones de la fiscalía se remiten al patrimonio de Sabat, estimado por la fiscalía en cerca de $3.000 millones en 15 años, y además del contrato que KDM, empresa involucrada en el caso Basura, sostuvo con la Municipalidad de Ñuñoa, específicamente Sabat y sin el consentimiento del consejo municipal. 

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