Una gran polémica ronda al recién nombrado ministro de Cultura, Mauricio Rojas, luego de que en una entrevista catalogara al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos como "un montaje".
“Más que un museo (…) se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar", comentó en "Diálogos de Conversos" (2015).
Y añadió, en el mismo pasaje que destacó La Tercera, que "es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tantos nos tocó tan dura y directamente”.
En ese sentido, fue el mismo Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos el que salió a poner fin la polémica, asegurando que la entidad "nace de las recomendaciones entregadas en el informe Rettig".
Y que busca "dar cuenta sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura. En esa dirección, se configura como un espacio abierto y de encuentro con la memoria, que busca el respeto y la promoción de los derechos humanos".