Por Lorena Ferraro y Tomás Martínez

"Cuando se dice, se da a entender, que tenemos un sistema débil, pichiruchi, lo que sea, la verdad es que está lejos de ser lo que es. Este es un sistema de referencia a nivel global. Portugal nos copió el modelo cuando se quemó (...) Nos miran a cada rato, y nos están pidiendo colaboración de países lejanos".

Esa fue parte de la defensa que realizó el director ejecutivo de la Conaf, Aarón Cavieres, el pasado 10 de enero ante la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, donde expuso sobre el funcionamiento de la Corporación Nacional Forestal en el combate y prevención de incendios.

La férrea defensa de Cavieres se produjo ante cuestionamientos de los parlamentarios, quienes venían pidiendo reforzar la capacidad del organismo para enfrentar incendios forestales. 

Ese día, Cavieres (en la foto) destacó lo que a su juicio son "saltos significativos" en la capacidad del organismo. "Teníamos 125 brigadas, hoy tenemos 142; el total de helicópteros pasó de 7 a 15 (...) La capacidad de movilización de agua retardante que se triplicó o casi se triplicó".

Además indicó que cuenta con "3 mil millones" extra: recursos que formaban parte de un fondo de "contingencias" de la subsecretaría de Interior y que el gobierno resolvió asignar directamente a la Conaf para "contratar recursos estables preventivamente".

"Siento que hay poca sustancia. ¿Qué va a hacer la institución para mitigar un desastre?", reprochó el diputado DC Iván Flores, ante la atenta mirada del ministro de Agricultura, Carlos Furche, quien también se encontraba en al Congreso.

La queja de Flores, dicen en su entorno, tenía un trasfondo: solo unos meses antes, a mediados de noviembre, se había producido una situación que varios califican de inédita: el jefe del servicio había tomado distancia de una ofensiva parlamentaria destinada a aumentar los recursos de la Conaf.

Eso ocurrió entre octubre y noviembre, durante la discusión del Presupuesto 2017. La Cámara de Diputados aprobó todas las partidas, menos los gastos variables del Ministerio de Agricultura, reclamando por escasos fondos para la Conaf.

En esa ocasión, el diputado Matías Walker (DC) señaló que "estamos muy preocupados por el escaso presupuesto que tiene la Conaf para el combate de los incendios forestales, en la cantidad de helicópteros, de equipamiento, que es absolutamente ineficiente".

La presión parlamentaria, sin embargo, contrastaba con la visión que entonces exponía Cavieres, quien descartó la poca disponibilidad de recursos.

"Nosotros hacemos las presentaciones con el gobierno del Presupuesto y ahí tenemos la oportunidad de conversar con parlamentarios. Lo que yo quisiera destacar es que tenemos un sistema de combate de incendios, articulado en dos sentidos. Por una parte, a nivel nacional, quiere decir que tenemos recursos articulados que se movilizan según la necesidad (...) Por otra parte, trabajamos en coordinación con la subsecretaría del Interior y Onemi, y por esa vía también se nos asignan recursos extraordinarios, recurrentemente, cuando se requiere".

"¿Entonces los parlamentarios están innecesariamente preocupados por las platas de la Conaf?", se le preguntó a Cavieres en entrevista en radio Cooperativa.

"Evidentemente, hay un interés y una preocupación larga de los parlamentarios por el tema de incendios. Valoramos todo ese trabajo. Pero lo que digo es que aquí tenemos una situación en la cual el gobierno ha ido dando respuesta oportuna en la disponibilidad de recursos cuando se ha requerido", respondió Cavieres.

"No hay duda alguna", dice ahora un parlamentario: "Cavieres fue a defender la posición del Ministerio de Hacienda más que de la Conaf".

No a los aviones grandes

Cavieres chocó en otro punto sensible con los diputados. Desde el parlamento, varios han insistido en la necesidad de comprar o disponer de aviones más grandes o con más capacidad que los que ahora tiene la Conaf.

Así lo hicieron saber en la comisión del 3 de enero. Antes, en todo caso, le habían consultado vía oficio a Cavieres sus razones para no avanzar en esa línea.

Las razones llegaron como respuesta oficial a la Cámara el 10 de enero, en un oficio firmado por Cavieres.

En el documento, el jefe de la Conaf defiende la decisión de tener aviones AT802F, "el mejor material de vuelo existente en el mercado para enfrentar eficientemente el control de los incendios forestales, situación que ha quedado demostrada", se lee en el texto. 

Dicho modelo tiene una capacidad de 3.100 litros de agua.

Según Cavieres, desechar otros aviones más grandes, como un Boeing B747 -el modelo del Supertanker que hoy opera en Chile gracias a una donación- u otros modelos, tiene razones tanto de costo como de efectividad.

REVISA LA RESPUESTA DE LA CONAF A LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Entre las últimas, el informe señala que el modelo AT802F "trabaja bajo una modalidad de carrusel en la cual los lanzamientos de 80 a 100 m. de longitud se van encadenando uno detrás de otros, pudiendo ajustar la secuencia de lanzamiento a la línea de avance del frente de fuego, cuestión que en el caso de los grandes aviones no es posible dado que el modelo es de largas líneas rectas". 

Como sea, las discrepancias con el jefe de la Conaf fueron plasmadas en la solicitud de una comisión investigadora, aprobada esta semana en la Cámara Baja, que busca determinar cuán preparados están los organismos chilenos para enfrentar incendios de la magnitud que se han registrado en estos días.

En el documento, impulsado por la bancada DC, los diputados aseguran que "hace más de un año se planteó en esta Cámara que resulta fundamental y urgente ampliar las capacidades de combate en tierra (brigadas y maquinaria pesada) y complementar aeronaves existentes (habitualmente de descarga entre 2 mil y 3 mil litros) con otras de mayor descarga (a lo menos entre 4 mil a 6 mil litros), vía arriendo en el mercado internacional o mediante cooperación entre gobiernos entre otras sugerencias". 

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