El 11 de septiembre de 1973 la historia de Chile cambió para siempre. El golpe de Estado perpetrado por las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas derrocó al entonces Presidente, Salvador Allende, e impuso la dictadura cívico-militar que fue encabezada durante 17 años por Augusto Pinochet. 

El clima político en el país era tensa hace meses y el clima social y económico eran un problema para el Gobierno de la Unidad Popular. El país estaba dividido entre quienes se oponían al gobierno y quienes lo apoyaban. 

Las causas del golpe de Estado han sido descritas con anterioridad y la legitimidad de la acción militar sigue siendo discutida hasta hoy.

Sin embargo, lo que no tiene discusión son los registros de aquel día. Salvador Allende llegó al Palacio de La Moneda antes de las 8 de la mañana, pero menos de una hora después, mediante dos emisoras de radio, las Fuerzas Armadas emiten un comunicado para que el Presidente dejara el poder. 

A las 10.15 horas, el Presidente Allende emite su último y recordado discurso a través de Radio Magallanes.

Solo algunos minutos después, los tanques del Ejército de Chile, que ya estaban en las calles, comienzan a atacar el palacio de gobierno. El ataque aéreo con aviones Hawker Hunter de la Fuerza Aérea de Chile se concreta posteriormente.

Tras esto, el Presidente Allende ordena la rendición de las personas que lo acompañaban y él, según el relato histórico oficial, se quita la vida con un disparo. 

Posteriormente, los militares tomaron el poder y el control de las calles, para posteriormente disolver el Congreso e instaurar la dictadura cívico militar que se extendió hasta 1990. 

Militares toman el control de las calles de Santiago.

El 23 de agosto de 1973 el Presidente Allende nombra a Augusto Pinochet como comandante en jefe del Ejército, tras la renuncia de Carlos Prats.

 

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