-¿Crees que este caso es un hecho puntual o revela algo más profundo?
-Aquí hubo un problema estructural mayor: como nadie esperó que el plebiscito de salida iba a ser tan problemático, no se pensó en un órgano que informara sobre el contenido del proyecto y le diera garantías a todo el mundo. Esa es una lección que tenemos que tomar para la próxima vuelta, porque gane el Rechazo o el Apruebo, el proceso constitucional va a seguir y es probable que pueda haber otro plebiscito después.
-Pero tener un órgano de ese tipo no se ha hecho.
-Es que esta situación es muy anómala, entonces nos pilló mal parados a todos. Piensa que en este plebiscito no hay financiamiento por voto. Los bandos no pueden endeudarse. Hay un problema de información, del que alguien tiene que hacerse cargo. Pero es muy inadecuado que por ese vacío haya tenido que hacerse cargo el Gobierno, porque está tan crispado el ambiente que a mucha gente de manera justa o no lo va a encontrar impropio.
-Se ha criticado que se distribuyan textos constitucionales firmados por el Presidente.
-A mí lo de firmar un libro no me parece significativo. A todos los presidentes la gente les pide autógrafos. Tu podrás decir que hay una cosita inadecuada, pero me parece una falta menos que venial.
A mi me preocupa más el mes siguiente al 4 de septiembre. Y el año siguiente. El plebiscito ya está polarizando al país. Si el resultado llegara a ser adverso al Gobierno, y mucha gente queda con la sensación de que hubo intervención eso es muy dañino, va a generar un clima malo, que va a costar mucho tiempo que se vaya.
Fue un error de diseño, a lo que le sumaría que por alguna razón la suerte del plebiscito en algún momento se unió a la suerte del gobierno. Mucha gente te dice: en EEUU los presidentes que van a la reelección hacen campaña en el avión gubernamental. No me parece una cosa linda ni positiva.
-La nueva Constitución permite la reelección.
-Yo soy súper contrario a la reelección porque te genera estos incentivos negativos, pero además el Presidente o el alcalde que va a la reelección defiende su propio trabajo, quiere darle continuidad, consolidarlo. En cambio, aquí el Gobierno está divulgando o instruyendo sobre un trabajo que no hizo él: lo hizo otro órgano autónomo. Es una tarea que en un mundo ideal nunca debió haber asumido y que si asume, tiene que hacerlo con un cuidado exagerado. No es un tema de legalidad o ilegalidad, esto se trata de cuidar a las instituciones, el ambiente, para que no quede tan trizada para el futuro la convivencia.
Hay un punto: cuando eres Gobierno tiras bonos, inventas feriados, tienes buena o mala suerte, te toca el dólar a luca, la guerra en Ucrania. Cuando alguien hace una declaración, una gira, a poco más de un mes de las elecciones, es muy probable que esté pensando al menos cómo no perjudicar a su opción. Eso es inevitable. Y la meta a lograr es que sea con prudencia, que no haya un gasto de recursos descarados ni ninguna cosa por el estilo.
-La minuta del Comando del Apruebo, difundida por este medio, coincidía en algunos aspectos, como el tema de la vivienda, con la agenda del Gobierno y el Presidente. ¿Qué te parece?
-Eso es mucho más complicado. Que un comando aparezca pauteando, dando instrucciones al Gobierno y al Presidente de la República, disponiendo qué cosa tiene que hacer y qué no, donde aparecer, con qué perfil, es muy delicado. Y eso me parece confuso, y el Gobierno debería aclarar. Que no es decir que no hicieron ellos la minuta, sino aclarar que el Presidente de la Republica no obedece minutas hechas por un comando político.
Lo peor que podría pasar es que las cosas que aparecen en la minuta se empezaran a cumplir como instrucciones. Entonces uno se pregunta: ¿Quién está gobernando? Por eso digo que es una situación más complicada.
-Todos sabemos que el Presidente está con el Apruebo, lo ha dicho y es legítimo. ¿Cuáles son los límites que no debe cruzar?
-Una cosa es que el Presidente converse con sus amigos, reciba consejos. Pero es contrario a la dignidad del cargo que alguien diga que le da instrucciones al Presidente de la República.
Porque además no creo que pueda ser cierto, uno no controla lo que las demás personas dicen, pero cuando se genera una duda hay que aclararlo. Porque probablemente las personas del Comando sean personas que sean muy cercanas al Gobierno y a los equipos de comunicaciones. Es fundamental aclarar que las decisiones del Presidente y el Gobierno se toman en Palacio y no en el Comando del Apruebo .
-¿Cuál es tu relación con el Presidente Boric?
-Con el Presidente tengo simpatía hacia su persona y una buena opinión de él, pero eso no quita que por definición mi cargo consista en incomodar al poder y al Gobierno y decir a veces muchas cosas que a este Gobierno, al anterior y al próximo no le van a gustar.
-¿Crees que hay una intervención importante?
-En Chile siempre ha habido intervención, muchas veces ha sido bastante descarada, pero siempre las autoridades dicen que no están interviniendo y todos sabemos que sí. Lo que ha cambiado es la reacción de la gente. Los costos de intervenir son todavía menores que los beneficios. Solamente la intervención se va a terminar cuando los costos de esa intervención sean mayores que los beneficios. En los 90 las murallas se rayaban con pintura, con propaganda, hasta que la gente empezó a decir: no me ensucie la ciudad. Y hoy día no se raya nada.
-También es parte esencial de la política que el Gobierno busque resultados y ganar elecciones, obviamente.
-Sí. Es importante decir que hay actos que son propios de Gobierno y que pueden aumentar su popularidad. Los bonos, los feriados, no necesariamente son intervención. La gente puede tener opiniones muy distintas y son respetables. Pero tampoco le puedes pedir a un Gobierno que baje su popularidad. La pregunta correcta es si las decisiones que están tomando son buenas para el país en el mediano y largo plazo, o si buscan un beneficio inmediato, aunque sean estructuralmente dañinas e incluso técnicamente muchos lo sepan.
-¿Piensas que es necesario otro tipo de liderazgo de Boric en este período?
-Veo que Boric ha tenido algunas apariciones recientes, esbozando el rol que podría tener después del plebiscito, dependiendo del resultado. Tiene que tener un liderazgo político transversal, eso es fundamental. Sería muy malo que minara ese capital que va a necesitar desde el 5 de septiembre y que necesita el país. Por eso tiene que ser extraordinariamente cuidadoso.