Phillip Durán

El pasado 15 de abril, Corea del Sur realizó sus elecciones legislativas. A juicio de varios analistas internacionales, hubo dos triunfadores ese día. Primero, el oficialista Partido Demócrata, que se quedó con la mayoría de los escaños. Y el segundo triunfador, como dijo el diario El País, fue “la respuesta nacional contra el coronavirus, que ha permitido que este país haya podido celebrar unos comicios con normalidad y con la mayor participación en casi tres décadas”.

Esa experiencia ha sido una de las que han mirado por estos días en el Servicio Electoral de Chile, pensando en que -de acuerdo al calendario vigente hasta ahora- en octubre próximo se realizará el plebiscito constitucional.

Una elección histórica no solo por su significado político, sino también porque podría ocurrir en un escenario sanitario similar al de Seúl: un país -esperan todos- ya en la fase de salida de la pandemia.

Así, independiente de que el calendario electoral pueda modificarse una vez más y aplazar el plebiscito (como se debatió la última semana), el Servel trabaja por estos días en distintas propuestas para, en concreto, mejorar y resguardar la seguridad de las personas al momento de votar.

Una de ellas, dicen quienes conocen las conversaciones, es una de las medidas clave adoptadas en Corea del Sur: la votación anticipada. En ese país, el 27% de los sufragios se realizó en esta modalidad, durante los días previos (viernes y sábado antes del miércoles de la votación oficial). Para eso, hubo cerca de 2.800 locales de votación habilitados de manera “anticipada”.

En el caso chileno, la idea sería a una escala más modesta, considerando los recursos limitados y evitar convocar a más vocales de mesa: lo que se ha planteado es que sean las 15 oficinas del Servel, en Santiago y regiones, las que reciban votos de manera anticipada. “Podrían definirse segmentos de población que puedan usar esta modalidad, como la tercera edad”, dicen las mismas fuentes. No tendría el mismo impacto que en Corea, se explica, pero de todas maneras puede ayudar a descomprimir la votación del día central.

Esta idea de votación anticipada, dicen quienes conocen los debates en el Servel, es la que genera más coincidencias en el organismo. Aunque también se ha conversado realizar el plebiscito no en un día, sino que en dos, para evitar en lo posible aglomeraciones. Pero esto significaría más gastos y más vocales.

Así, otra medida que se ha conversado requiere de cambios legales: hoy, cada mesa de votación se debe conformar con 5 vocales, mínimo tres. La idea es permitir que funcionen solo con 3 y que, si llegan dos mas, podrían sortear quienes serían los 3 que quedarían. Algo que ayudaría a mantener la distancia social, sobre todo en locales de votación pequeños. Además de que podría significar un ahorro de recursos, considerando que los vocales reciben un aporte del Estado.

Dentro del debate también se ha abordado la posibilidad de que, en cada lugar de votación, existan más cámaras secretas. El problema, dicen quienes conocen el tema, es que esto significa recursos y que, de acuerdo a la norma que rige este punto, deben venir de arcas municipales. El pro sería que las cámaras secretas no son caras y que esto podría agilizar el proceso de votación y contribuir a evitar aglomeraciones.

Como sea, el consejo del Servel ha estado debatiendo estos planteamientos durante las últimas semanas y debe definir un plan concreto para proponer a las autoridades. Sobre todo considerando que algunas de estas medidas requerirían modificaciones legales.

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