AFP

Tras una semana pendiente de un discurso de la Fed que finalmente resultó poco concluyente, Wall Street no parece susceptible a animarse en las últimas sesiones de agosto y las primeras de setiembre.

En la semana cerrada este viernes, el índice industrial Dow Jones bajó 0,85%, el Nasdaq, de valores tecnológicos, cedió 0,37% y el S&P 500 cayó 0,68%.

"Es asombroso", dijo Chris Low, de FTN Financial, al señalar que el S&P 500 jamás tuvo tan débil volatilidad en casi 50 años. "Es la bolsa más calma que he visto", añadió.

En pleno agosto, mes de vacaciones estivales, sin indicadores muy marcantes y apenas resultados de empresas pequeñas para los inversores, se esperaba que el discurso del viernes de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, marcara un punto de inflexión.

Sin embargo "la montaña parió un ratón", dijo Gregori Volokhine, de Meeschaert FInancial Services  El discurso "prácticamente no tuvo ningún impacto" en Wall Street, añadió.

Cuando los inversores se preguntan si la Fed se decidirá a empezar a desmontar este año sus apoyos a la economía, el mensaje de Yellen dio apenas algunas señales nada definitivas.

Por un lado dijo que la economía está lo suficientemente sólida como para soportar un aumento gradual de tasas pero a la vez no dio sugirió desde cuando comenzarían esos incrementos.

Yellen dijo que en los últimos meses aumentaron las razones para endurecer la política monetaria de Estados Unidos mediante el aumento gradual de las tasas pero igualmente no se apartó de la cautela.

"Nuestra capacidad para prever la evolución de las tasas es muy limitada" por cuanto debe responder "a las perturbaciones que pueden sacudir a la economía", dijo.

Más claro, en cambio, fue el número 2 de la Fed, Stanley Fischer quien dijo que los datos del empleo de agosto tendrán mucho peso para decidir algo sobre las tasas cuando a fines de setiembre se reúna el comité de política monetaria de la entidad.

Los datos del mercado laboral saldrán el viernes y seguramente no tendrán un impacto inmediato en Wall Street sino hasta el martes 7, un día después del feriado del Día del Trabajo en Estados Unidos. 

"El verdadero test será cuando la gente vuelva (del feriado) y se ponga a trabajar", dijo Volokhine.

"Ahí puede ser que haya juicios más influyentes sobre los mercados. ¿Están muy altos o no? ¿el crecimiento se acelera o se desacelera? De momento, lo que hay es ruido de fondo", añadió.

La serenidad de Wall Street, que se mantiene cerca de niveles récord, puede convertirse en un desafío para la propia Fed, porque la entidad podría considerar que los inversores son capaces de sobrevivir sin la muleta que significan las tasas bajas. 

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