El éxito de Uber ha sido apabullante. Fundada hace apenas siete años, la compañía estadounidense tiene un valor estimado superior a los 60.000 millones de dólares. Tras sus bambalinas se esconden inversionistas de la talla de Goldman Sachs y Google, entre otros. Diariamente se llevan a cabo cerca de 5 millones de viajes por su intermedio, en más de 460 ciudades del mundo.
En Alemania, sin embargo, el negocio no marcha tan bien. Empresas de taxis blanden todos sus sables judiciales y se esperaba que este jueves emitiera un fallo el Tribunal Supremo. Pero éste prefirió aguardar a que se pronuncie el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, donde se ventila una demanda presentada en España.
Los taxis gozan de bastante protección en Alemania frente a posibles competidores. Por ejemplo, a los autos de arriendo les está prohibido esperar pasajeros en calles o plazas, o recoger a clientes que les hagan señas al paso. Solo pueden recibir pedidos en la sede de la empresa o camino hacia ella.
En el caso de "UberBlack”, se ofrece a los pasajeros la posibilidad de solicitar a través de la aplicación un auto negro, del segmento superior, con chofer. Algo que prohibieron las autoridades y los tribunales berlineses.
El abogado Christian Rohnke señaló que, debido a su importancia para el transporte de cercanías, los taxis están sometidos a reglas estrictas. Tienen tarifas fijas y están obligados a aceptar pedidos. A cambio, les corresponde cierta "protección". Otro abogado, Reiner Hall, se pregunta en cambio si las leyes alemanas están aún a tono con los tiempos.
Polémica en Europa
También a nivel europeo se ponen continuamente obstáculos a Uber. A juicio de la Fiscalía del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la empresa ofrece un servicio de transporte y debe ser controlada en la forma correspondiente. Uber gestiona una plataforma electrónica, pero, a diferencia de lo que sostiene, no ofrece puramente servicios de información, indicó hace poco el fiscal general Maciej Szpunar.
Si los jueces de Luxemburgo asumen esa posición, podrían derivarse consecuencias también para empresas como Airbnb, que actúa como intermediaria para el arriendo de habitaciones en casas particulares. Se considera que el fallo, que se espera para fines de año, será determinante para la "economía colaborativa".
Uber ha declarado que esperará, por lo pronto, el dictamen de la corte. En Alemania, la empresa tiene prohibido ya desde 2015 ofrecer servicios con choferes que no tengan licencia para llevar clientes. Solo en Berlín y Múnich existe una oferta reducida. En Hamburgo, Düsseldorf o Fráncfort, Uber tuvo que desistir, porque no había suficientes conductores con la mencionada licencia para coches de alquiler.
"UberPop” tampoco está disponible ya en Francia y España. En varios países del este y el norte de Europa, al igual que en Suiza, en cambio, todavía se puede utilizar la aplicación original.