AFP
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, declaró el miércoles que convocará elecciones legislativas anticipadas si no recupera la mayoría parlamentaria para poner en marcha un nuevo plan de ayuda a Grecia que estará acompañado de una reducción de la deuda del país en noviembre.
En una entrevista en la radio "Sto Kokkino", cercana a su partido Syriza (izquierda), Tsipras mantuvo un tono duro con los diputados de su grupo parlamentario que votaron contra las primeras reformas solicitadas por los acreedores de Grecia el 15 y el 22 de julio.
"Si no tenemos mayoría parlamentaria, nos veremos obligados a elecciones" anticipadas, dijo Tsipras durante la entrevista.
Tsipras, quien llegó al poder a fines de enero, dijo también que los acreedores se comprometieron a estudiar una reducción de la importante deuda del país, en torno al 170% del Producto Interior Bruto según las últimas estadísticas europeas.
"Lo más importante es que tenemos un compromiso [de los acreedores] para reducir la deuda en noviembre tras la primera auditoría del programa" de ayuda, que Grecia todavía está negociando con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, dijo.
Las dos votaciones de julio provocaron una fractura en el seno de Syriza, al posicionarse más de 30 de los 149 diputados en contra de estas medidas en cada una de las votaciones.
Aunque el primer ministro aún cuenta con el apoyo de los 13 diputados del partido de derecha soberanista Anel, con el que gobierna Syriza, ya no alcanzaría el umbral mínimo de 151 diputados (de un total de 300) necesario para poner en marcha el nuevo acuerdo si la oposición (Nueva Democracia, Pasok y To Potami) le retirara su apoyo.
Durante la entrevista también confirmó la celebración de un congreso de Syriza, debido a "este contexto de urgencia", a "principios de septiembre" para que los miembros del partido "den respuestas" y aclaren sus posturas.
"Hay que admitir que Syriza no se ha convertido en un partido unido (...), y yo soy el primer responsable", reconoció.
Los disidentes de Syriza se oponen al acuerdo que Tsipras alcanzó el 13 de julio con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para un nuevo plan de ayuda de unos 80.000 millones de euros a cambio de más austeridad y reformas.