Este no parece estar siendo un buen año para Palmer Luckey.
El joven emprendedor es conocido por ser el cofundador de Oculus VR -el sistema de realidad virtual que Facebook adquirió por más de U$2.000 millones- y el culpable de que este tipo de tecnología haya cobrado fuerza últimamente.
Pero el multimillonario veinteañero acaba de renunciar a su propia empresa.
Facebook no quiso dar detalles de la misteriosa partida del empresario o de sus planes de futuro.
Aunque lo cierto es que últimamente a Oculus no le iba muy bien.
La compañía perdió recientemente US$500 millones en los tribunales contra una pequeña empresa llamada ZeniMax Media, la cual le acusó de robarle sus secretos comerciales y su tecnología.
El juicio fue especialmente duro para Luckey, de quien dijeron que había violado un acuerdo de confidencialidad firmado en 2014 (el año en que Facebook compró la startup).
Luckey tan sólo tenía 16 años cuando comenzó a desarrollar el prototipo de realidad virtual de Oculus (las gafas Rift, que logró financiar gracias a una exitosa campaña en Kickstarter), 19 cuando fundó Oculus VR y 21 cuando la vendió a Facebook.
ZeniMax sugirió que la imagen del joven como el "brillante inventor" que creó la realidad virtual de Oculus no se correspondía con la realidad y que esa tecnología "fue desarrollada por ZeniMax sin que Luckey interviniera".
Facebook dijo que apelaría la decisión.
Pero esa no fue la única polémica en la que estuvo implicado el emprendedor.
A favor Trump
Luckey lleva siendo la imagen pública de Oculus desde 2012 y ha ofrecido un gran número de charlas y presentaciones sobre el potencial de la realidad virtual en distintos eventos del sector.
Sin embargo, en 2016 estuvo en el centro de la polémica, cuando salió a la luz que había financiado parcialmente a Nimble America, un grupo detrás de una campaña en redes sociales que apoyaba al entonces candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
Su implicación a favor de Trump despertó una avalancha de críticas que hicieron que, finalmente, tuviera que disculparse por los efectos que aquella revelación tuvo para su propia empresa y para Facebook.
"Estoy profundamente apenado porque mis acciones han impactado negativamente la percepción de Oculus y de sus socios", escribió en una publicación en su perfil en la red social.
Poco después, dijeron que su novia, Nicole Edelmann participó en #GamerGate, un movimiento online antifeminista que surgió en 2014.
Nada de eso le ayudó a ganar popularidad y Luckey desapareció, por un tiempo del ojo público.
Sin comentarios
A pesar de todo, Facebook ha seguido invirtiendo en realidad virtual y en Oculus durante los últimos meses.
Mark Zuckerberg, el fundador y presidente ejecutivo de Facebook, contrató en enero al brasileño Hugo Barra, el ex vicepresidente de la compañía china Xiaomi, para que liderara Oculus.
Además, otro de los veteranos de la empresa, Brendan Iribie (también implicado en el juicio con ZeniMax) dejó su puesto como presidente ejecutivo.
Tal vez ése fue otro factor influyente en la partida de Luckey.
"Extrañaremos mucho a Palmer", declaró Facebook en un comunicado que entregaron al sitio de noticias tecnológicas Ars Technica.
También aseguraron que su "espíritu inventivo" ayudó a "impulsar" el interés en realidad virtual y a que la industria funcionara.
Y comentaron que esperaban que le fuera bien en sus futuros proyectos.
Luckey, sin embargo, no quiso hacer comentarios ni sobre sus planes de futuro ni sobre su polémica partida.