Luego de que el ministerio de Transportes indicara que no se harán rescates a las empresas operadoras del Transantiago que tienen problemas financieros, Subus —una de las involucradas— indicó que "no estamos pidiendo un salvataje".
La empresa, que depende de capitales colombianos y tiene un 16% del sistema santiaguino, indicó en una declaración pública que las declaraciones por parte de la autoridad "son inaceptables" y que el proceso de revisión excepcional que se realiza es con "el objetivo de restablecer el equilibrio económico del contrato de concesión, es un proceso que ha sido consensuado con el ministerio y se apega totalmente al marco contractual".
"El problema de Transantiago es estructural y no depende exclusivamente de los operadores", indica el comunicado.
En esa línea, se detalla que incluso si no tuvieran descuentos por operar de manera perfecta, la empresa "sólo podría solucionar el 15% de su déficit financiero. El 85% de los recursos adicionales que necesita la compañía responde exclusivamente a los problemas estructurales de Transantiago, que a diario viven no sólo nuestros 6 mil trabajadores, sino los más de 800.000 usuarios de nuestros servicios".
Entre esos problemas estructurales, enumeraron "la alta evasión, el vandalismo, que son problemas de orden público, y la innegable caída de la velocidad en Santiago, que responde a la falta de infraestructura del sistema".
Finalmente, se desmarcaron de las autoridades de Transporte, que habían planteado que el proceso de reestructuración de la empresa vaya a afectar el funcionamiento del sistema de transporte público.
Sobre esto, se enfatiza que "la continuidad de las operaciones y el acuerdo al que debe llegarse con los acreedores no depende solo de SUBUS, sino de la voluntad del Ministerio de Transportes de cerrar la revisión excepcional con las adecuaciones que sean necesarias".