El mundo minero funciona 24/7. Un mundo que suele percibirse como muy masculinizado, pero en el que las mujeres se han ido abriendo espacio. Como resultado, la participación de ellas se ha duplicado en una década, pasando desde 7,1% en 2011 a un 15% en 2022, según cifras reportadas por el Consejo Minero.
Pero más allá de los números, un equipo de T13, encabezado por Soledad Onetto, se adentró en una mina de cobre para conocer de primera fuente las historias de mujeres que han liderado este camino. Fue así como la jornada partió antes de las 7 de la mañana y con un destino claro: la mina El Soldado de Anglo American, a 125 kilómetros de Santiago, en la comuna de Nogales.
¿El objetivo? Vivir la minería con mirada de mujer, en el marco del día que las honra, este 15 de junio. La conmemoración destaca los avances que se han conquistado en un gremio desafiante para ellas y estimula a que muchas más encuentren en el área una opción para su futuro.
Son justamente esas conquistas y experiencias las que Soledad Onetto buscó conocer al interior de la mina. Eso sí, no hay que olvidar que cuando se trata de minería, la seguridad siempre está primero. Por eso, antes de ir a terreno, debió equiparse con los llamados EPP, que son los Elementos de Protección Personal. Y desde ahí comenzaron a apreciarse los cambios: ellas tienen su propia sala para cambiarse de ropa, algo que hasta hace unos pocos años, 1996 precisamente, era impensado, pues estaba prohibido en el Código del Trabajo que las mujeres ingresaran a un yacimiento. Una ley que nació al alero del mito que decía que la presencia de ellas podría traer mala suerte, pues hacía “enojar a la mina”.
Luego de cambiar sus zapatillas por zapatos de seguridad y de sumar casco y chaqueta a su atuendo, Soledad subió a una camioneta y, llegando a 1.200 metros sobre el nivel del mar, observó el trabajo al interior de la mina junto a la primera chilena en asumir el rol de gerenta general de una operación minera en el país. Paulina Jaramillo compartió su trayectoria y prácticamente dio una clase para explicar en detalle el proceso del cobre. Todo esto en el mirador del rajo, desde donde los enormes camiones que conocemos parecieran ser de juguete.
Además, entregó un dato que la enorgullece respecto a El Soldado: “En esta operación se desarrollan proyectos que buscan hacer realidad los objetivos de la industria: reducir riesgos operacionales y la huella ambiental, aumentando la eficiencia en el uso del agua y la energía. Nuestro trabajo es sinónimo de innovación”, explicó.
Paulina, la mandamás de esta operación, tiene más de 20 años de experiencia en minería. Y según lo que comentó, en Anglo American se han hecho progresos significativos en la incorporación de mujeres en cargos directivos, de toma de decisiones y liderazgo (gerentas/vicepresidentas), alcanzando un 30% en 2022.
Al simulador y luego al camión
Con el contingente femenino siendo parte activa de la cotidianidad de la mina, el desafío natural es que su presencia siga aumentando. Una iniciativa que ha dado muy buenos resultados es la realización de convocatorias de capacitación enfocadas en las localidades vecinas, a través de un programa de formación que apunta a mujeres sin experiencia previa y que buscan en la minería nuevas oportunidades para ellas y sus familias.
Es el caso de 12 mujeres que en abril fueron contratadas luego de finalizar este curso y actualmente están felices sobre estos gigantes con ruedas. Igual que Soledad Onetto, quien subió a la cabina -a casi 7 metros de altura- con Vinka Orellana, operadora que lleva 15 años manejando estos enormes vehículos de más de 160 toneladas y capaces de cargar otros cientos de toneladas de material.
“Me llamó mucho la atención lo sorprendida que estaba Soledad al subir al camión y experimentar al lado mío la operación en la mina. Parecía una niña viviendo una gran experiencia en algo totalmente desconocido para ella, lo que me llevó a recordar mis inicios en los que me sorprendía del tamaño de estas grandes maquinarias”, recuerda Vinka sobre el recorrido con la conductora de Tele13 Central.
Fue el cierre perfecto para conocer desde adentro parte de esta industria que es el motor económico del país y que sigue haciendo esfuerzos por sumar cada vez más mujeres a sus filas.
