AFP
La gigante automotora Ford anunció este domingo, en la apertura del Salón del Automóvil de Detroit 2018, su decisión de elevar a 11.000 millones de dólares sus inversiones en el desarrollo de automóviles eléctricos hasta el año 2022.
La firma había anunciado hace dos semanas planes para investir 4.500 millones de dólares en los próximos dos años, pero el presidente del sector de Mercados de la firma, Jim Farley, dejó claro que la apuesta es todavía mucho más pesada.
"Estamos indicando hacia dónde estamos yendo y cómo jugaremos en el segmento. Vamos a electrificar nuestros modelos más icónicos", dijo Farley en Detroit, para añadir que la firma "aprendió que las personas quieren buenos productos".
Así, la gigante automotora pretende desarrollar 40 modelos eléctricos o híbridos, y ya en 2020 pretende iniciar la producción de la versión eléctrica de su modelo más vendido en 2017, la camioneta F-150.
Ford utilizó la apertura del Salón 2018 para reintroducir el modelo Ranger, una camioneta de tamaño mediano que la constructora había retirado en 2011 y ahora retorna modernizada.
Aunque el mercado estadounidense fue dominado en 2017 por las camionetas, los principales fabricantes también mantuvieron modelos menores, y ese es el segmento que Ford desea ocupar al recuperar el Ranger.
Para el fin de la fiesta, Ford reservó una espectacular sorpresa para los cinéfilos y los aficionados más fieles a la marca: su cuarta versión del Mustang Bullitt GT, en homenaje al Ford Mustang 1968 que Steve McQueen utilizó en la ya legendaria persecución por las calles de San Francisco en la película "Bullitt", dirigida por Peter Yates ese mismo año.
En una ceremonia conducida por la actriz Molly McQueen, nieta del actor, Ford sorprendió al traer al escenario el automóvil original utilizado en la película, auto que fue hallado en 2015 después de pasar por varios dueños y ser considerado perdido durante décadas.
El rugido salvaje del motor de ocho cilindros del automóvil que hace 50 años protagonizó una escena considerada un clásico del cine, desató una ovación en el hall principal del COBO Center de Detroit.
Como ya se ha vuelto una marca registrada en las presentaciones de las grandes marcas en el Salón de Detroit, la fiesta de Ford fue una superproducción con luces, video, animación gráfica y sonido que daba la impresión de estar en medio de una ciudad y no en un gigantesco auditorio.