Una inédita presentación del presupuesto 2016 hizo ante la Cámara de Diputados el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, donde realizó un sinceramiento de las cifras del erario y además dio cuenta de la situación financiera del país para los siguientes años.

En la cita, Rodrigo Valdés señaló que para 2017 "nos queda trabajo, hoy hay comprometiéndose un nivel de gasto marginalmente mayor que lo que debiésemos tener para una consolidación estructural".

En este sentido agregó "no hay espacio para un mayor gasto" y que "cada vez que venimos a discutir un proyecto de modernización, rápidamente la discusión se transforma en una de mejoras de salarios y  nuevas contrataciones. Hay que empezar a contenerlas en serio, o si no, las cuentas no van a cuadrar".

"Tenemos gremios con legítimas aspiraciones, pero esas tienen que verse con la realidad que tenemos (...) La realidad nos obliga a ser muy responsables entre lo que se puede y lo que no", continuó. 

Déficit fiscal y deuda

Respecto a la reducción del déficit fiscal estructural, reiteró la meta de ir disminuyéndolo 0,25 puntos del PIB cada año y que "se hará gradualmente, de tal forma de no afectar a la economía y seguir avanzando en los compromisos". 

"Seguir aumentando el déficit fiscal es parte de una receta para el desastre", declaró. 

Por el lado de la deuda, declaró que "Chile hoy tiene que pedir prestado un equivalente a 3 puntos del PIB, poco menos de US$10.000 millones. La pregunta es cuánta más deuda es sensata tener".

En cuanto a la situación del precio del cobre, Rodrigo Valdés comentó que el shock es grande para el país y que "es probable que este sea persistente".

"Hay que comenzar a consolidar la política fiscal, disminuir el déficit fiscal es importante. No es de los más elevados de la región, pero es elevado respecto a nuestra historia", dijo. 

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