Los números lo avalan. Son por lejos el sector más afectado por la pandemia: el confinamiento impactó en casi un 52% su PIB sectorial, y es el que tiene mayor número de desempleo: de los 427.000 empleados en bares, restaurantes y cafés, casi la mitad, perdió sus puestos de trabajo. Y lo que es peor, si le sumamos a quienes hoy están bajo la Ley de Protección del Empleo, estamos hablando de una cifra de personas sin trabajo cercana al 75%.
Por eso la apertura de restaurantes para que operen en terrazas a partir de este miércoles, es tan buena noticia para la industria, que presionó para que el Gobierno permitiera que esto se produjera en la fase 3, y no en la fase 4, como estaba previsto en un comienzo. Porque eso según fuentes del sector iba a implicar que otros cientos de locales cerraran definitivamente sus puertas.
Así, en los próximos días cerca de 800 locales reabrirían en las comunas de Vitacura, Providencia; las Condes y Ñuñoa, que son aquellos que cuentan con terrazas, aunque los demás también van a poder empezar a funcionar, porque los municipios ya tomaron la decisión de entregar parte de las veredas a los locatarios.
Al menos eso sucederá en Las Condes, este fin de semana, cuando apliquen esa fórmula en Isidora Goyenechea, donde además prometen algún espectáculo de música, para atraer visitantes, siempre extremando las medidas de distanciamiento social. Según cómo se den las cosas, la idea es replicar la iniciativa en otros sectores de la Comuna, incluido Apoquindo y Las Condes.
En Providencia, que es la zona que más restaurantes y cafés reúne, la idea incluso es cerrar calles, como por ejemplo Pedro de Valdivia y Las Urbinas, entre Andrés Bello y Providencia; Manuel Montt y Román Díaz, entre Nueva Providencia y Eliodoro Yañez; Constitución, entre Bellavista y Antonio López de Bello, entre algunas otras y en Vitacura, la municipalidad solicitó a los propios locatarios que entreguen propuestas concretas de cómo podrían funcionar, y la idea es habilitar veredas en Alonso de Córdova; Nueva Costanera, Borde Ríos, Vitacura y Padre Hurtado, algo que celebran en el sector, donde muchos de los restaurantes están cerrados desde marzo o atienden solo para delivery.
Pero en el sector gastronómico recalcan que hay una extrema falta de liquidez y que las medidas del ejecutivo no han llegado al sector. Por ejemplo, dicen, de los casi US$ 10 mil millones de créditos Fogape, solo US$ 307 millones han permeado a esta área. O sea un 4,1%.
Dicen estar muy complicados. Por lo mismo hace dos semanas el gremio envió un plan para que el Gobierno se allane a bajarles el IVA, propuesta que hicieron llegar al propio presidente Piñera, a quien le solicitan una rebaja del 19% al 9% por un periodo de 24 meses (ver documento), algo que se ha llevado a cabo en otros países, para paliar la crisis, y que serviría para que los dueños de restaurantes puedan cumplir con sus obligaciones con proveedores y acreedores y con sus trabajadores, incluido el pago de sueldos y cotizaciones pendientes, y a su vez, recalcan, la medida ayudaría a la reactivación.
“Este beneficio de baja del IVA, genera un círculo virtuoso y reactivador de la economía. Contribuye a sostener la empleabilidad del sector, generar demanda y construir ingresos al Fisco, por concepto de recaudación impuestos, mensuales y anuales”, reza el documento.
El gremio, de hecho, está invitado a la comisión de Economía del Senado este miércoles, donde, dicen fuentes del sector, se propondrá una especie de “lista de supermercados”, con varias demandas, como ha ocurrido en otras industrias, pero la del IVA resulta ser una propuesta técnica seria -fue elaborada por el gerente general de Le Fournil, Henry Cullel, que tiene una larga trayectoria en la industria gastronómica-, y fue enviada además del presidente, a los ministros de Hacienda Ignacio Briones y al de Economía Lucas Palacios, quienes también están citados hoy a la comisión. El tema ya está sobre la mesa, ahora hay que ver si hay agua en la piscina para concretarlo.