El gigante farmacéutico alemán Bayer celebró su asamblea general en un entorno desfavorable para su presidente, Werner Baumann, quien ante miles de accionistas defendió la compra de la estadounidense Monsanto, una adquisición cuestionada  por su alto precio y por la mala imagen que proyecta la compañía. 

"La absorción de Monsanto encaja perfectamente en nuestra estrategia", declaró el directivo durante una intervención que se vio interrumpida en varias ocasiones por los gritos de los accionistas más críticos.

Asegurar la alimentación de la población mundial

En opinión de Baumann, la operación ofrece múltiples ventajas, entre ellas, contribuir a asegurar la alimentación de una población mundial en constante crecimiento, un argumento que no acaba de convencer ni a ecologistas ni a agricultores.

En Bonn, ante 2.500 inversores, Baumann se mostró convencido de que la compra de Monsanto –la más cara llevada a cabo hasta la fecha por una compañía alemana en el extranjero– será autorizada por las autoridades antimonopolio, tanto estadounidenses como europeas, antes de que finalice el año, un trámite todavía pendiente.

La operación de adquisición de Monsanto se cerró a mediados del pasado mes de septiembre por unos 66.000 millones de dólares (62.600 millones de euros). Al hacerse con la propiedad de la compañía estadounidense puntera en biotecnología, la farmacéutica alemana pasa a convertirse en líder en el mundo en el sector de agroquímica, creando la mayor productora de semillas y pesticidas a escala global. 

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