El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Raúl Súnico (PS), presentó su renuncia al cargo luego de que Ciper Chile publicara una investigación que da cuenta de los contenidos de correos electrónicos y donde se deja entrever las supuestas operaciones que realizó para favorecer a su esposa y a la pesca industrial.

En el escrito se señala la relación que Súnico mantuvo durante el 2014 con el presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros del Bio Bío (Asipes), Luis Felipe Moncada, quien el pasado 30 de noviembre debió abandonar su cargo. 

Entre las conversaciones que mantuvieron, un correo electrónico titulado bajo la advertencia “RESERVADO NO REENVIAR­”, Moncada les habría informado a tres miembros del directorio de Asipes que el subsecretario le afirmó que parte del programa de la presidenta Michelle Bachelet no llegaría a puerto.

Esto, porque según el correo electrónico de Súnico se ha tenido en cuenta el principio general que los puestos de empleo no hay que arriesgarlos".

Así, se mantenía uno de los puntos más criticados y resistido por los industriales pesqueros: la pesca de arrastre. De hecho, el subsecretario le habría indicado que se había autorizado durante cinco años este mecanismo en la Región de Coquimbo para pescar langostinos, señal que garantizaba la permanencia de esta fórmula. 

Además el subsecretario le habría solicitado como condición a Moncada que la en ese entonces presidenta de la Comisión de Pesca de la Cámara Alta, Jaqcueline Van Rysselberghe (UDI), destrabara la discusión en el parlamento que autorizaba la pesca artesanal de jurel con “línea de mano”, ley que la Asipes se oponía por no ser contabilizada dentro de la cuota anual autorizada y por ser objeto de extracción indiscriminada.

La negociación entonces consistía en exigir que se contabilizara dentro de la cuota anual destinada a los artesanales. Tramitación que se hizo más expedita luego de la reunión de Súnico con Moncada y que fue aprobada el 22 de abril de 2015 tal y como lo había pensado Asipes.

El otro vínculo que une a Súnico y a Moncada es la esposa del subsecretario, Marcela Alejandra Viveros Garay, quien entre 2010 y 2013 recibió honorarios pagados por Asipes. Con un total de  $33 millones a través de 34 boletas, Viveros recibió pagos de empresarios pesqueros, en el mismo período en que su esposo preparaba su camapaña de retorno a la Cámara de diputados. 

Al respecto, Súnico declaró a La Tercera que "se ha querido vincular de manera intencionada el trabajo que desarrolló mi esposa, en el ejercicio libre de su profesión, en un periodo además en donde yo no ocupaba ningún cargo público (2010-2012), con mi actuación como Subsecretario de Pesca y Acuicultura, lo que considero inaceptable y sin ningún fundamento más que querer dañar mi imagen. Esto es parte de lo que entiendo forma parte de la vida personal y profesional de mi señora".

Y agregó "el reportaje de Ciper hace una serie de imputaciones y conjeturas que están absolutamente alejadas de toda realidad y necesito poder estar concentrado en la defensa pública de mi honra, sin que esto afecte el tránsito del Gobierno. Aquí existe alguien que entregó una serie de antecedentes a un medio de comunicación con una clara intención de perjudicarme y quiero enfrentar la situación en la que se me ha expuesto injustamente sin cargo ni privilegio de ningún tipo".

Cabe recordar que Asipes está siendo investigada por el Ministerio Público acusada de haber financiado actividades políticas de manera ilegal. Estos dineros habrían salido precisamente a través de boletas de honorarios como en el caso de la esposa del subsecretario.   

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