Los últimos días no han sido generosos con el peso chileno, con el dólar superando los $ 670 el viernes pasado, pero el balance dólar-peso de la moneda nacional con respecto al cierre de 2018 sigue a favor de Chile.

En lo que va del año el cruce de monedas ha pasado de $ 694 a $ 671,5, lo que equivale a un fortalecimiento de mas de 3% del peso chileno.

Y no es sólo frente al dólar. El peso chileno ha aumentado su valor frente a todas las monedas más expandidas del mundo menos una: el rublo ruso.

¿A qué se debe este buen desempeño? “Gran parte tiene que ver con las materias primas”, señala Sebastián Senzacqua, economista jefe de BICE Inversiones.

Según explica, el auge en el precio del cobre, que se ha elevado en un entorno de menor percepción de riesgo que el año pasado, le ha dado un impulso al peso.

Pese a que una seguidilla de caídas en los últimos días ha alejado al metal industrial de la añorada línea de los US$ 3 por libra, su precio también ha mejorado significativamente desde donde terminó el año pasado.

Cifras de Cochilco muestran que desde el fin de diciembre, el commodity se ha apreciado un 6,32%.

Además, la moneda local se ha visto beneficiada por la pausa en el proceso de normalización monetaria que lleva a cabo la Reserva Federal de Estados Unidos, agrega Senzacqua. Desde su reunión de diciembre del año pasado, la entidad ha reforzado el tono de cautela. “Esa señal del banco central de EEUU entregó cierto impulso al mercado”, dice el economista.

Los flujos también han favorecido al peso chileno, con monedas latinoamericanas relevantes como el real brasileño elevándose a principio de año.

¿Qué hace distinto al rublo ruso? Este ha sido un año muy positivo por los activos del país euroasiático luego de que se levantaran las sanciones a la gigante metalúrgica Rusal, uno de los mayores jugadores del mercado del aluminio, y de la mano de una subida en la cotización del petróleo.

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