Después de que 2019 terminara con una aparente calma en los frentes geopolíticos globales, los inversionistas encontraron un nuevo motivo para preocuparse cuando un ataque aéreo estadounidense mató a un importante general iraní, mandando a los capitales a refugiarse en activos considerados como más seguros.

Ese es el espíritu que mueve esta mañana a las principales plazas bursátiles del mundo, las que profundizan las pérdidas del viernes. Por ejemplo, en Asia las mayores bolsas cayeron en bloque. Japón fue el mercado más afectado, con una contracción de 1,91%, mientras que el Hang Seng hongkonés cedió 0,79% y el CSI 300 chino bajó un 0,38%.

En Europa, los resultados son más negativos, con la única excepción del sector energético, que se está viendo impulsado por el alza del precio del petróleo, ante preocupación por los niveles de suministro.

A esta hora se registran bajas de 1,65% en el DAX alemán, 1,38% en el EuroStoxx 50 y 1,31% en el CAC francés, acompañadas de bajas de 1,05% en el FTSE 100 inglés y el Ibex español.

Además, los futuros de los tres mayores índices de Wall Street les auguran una apertura en números rojos.

El contexto de estos movimientos bursátiles está en la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán, luego de que el país norteamericano lanzara un ataque que terminó con la vida del general iraní Qasem Soleimani, levantando dudas sobre el futuro de las relaciones entre ambos países -que siguieron intercambiando amenazas el fin de semana- y el destino de las tropas estadounidenses en Iraq.

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