La nueva presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox, escribió una columna en El Mercurio dando más detalles de su propuesta de una Pensión Básica Universal (PBU) para mejorar las jubilaciones. 

En la misiva indicó que si la propuesta es o no novedosa "no tiene ninguna importancia. Lo que sí es importante es que aún no se implementa. Lo recientemente sugerido por el Gobierno sobre el Pilar Solidario es un paso en la dirección correcta, pero insuficiente".

Cox detalló que una jubilación básica para todos urge una revisión del financiamiento,  proponiendo que los nuevos recursos que se requieran se podrían conseguir a través de nuevos ingresos del sector público, lo que implica aumentar la recaudación por medio de una mayor base tributaria, la eliminación de exenciones y aumentos de algunas de las tasas de impuestos.

La máxima autoridad del gremio se refirió al conflicto que puede traer que la "universalidad" lleve a que las personas con ingresos más altos reciban la PBU. En este sentido, Cox indicó que se buscaría cobrar un impuesto suplementario a los pensionados en el 10% o 20% superior de la distribución de los ingresos, identificando a quienes ganan más. 

"Desde el punto de vista logístico esto reemplaza el proceso actual, en el que se identifica a las personas de menores ingresos por medio de un proceso complejo, por un sistema que identificará a quienes reciben mayores ingresos, lo que es más eficiente y práctico", sostuvo. 

Críticas al debate

La presidenta del gremio además se refirió al debate de pensiones que por años se ha dado en el país.  A su juicio,  durante mucho tiempo la Asociación que ahora dirige "siguió un enfoque tecnocrático" y que esta actitud fue percibida como "alejada de la gente".

Así, "una de las lecciones de los últimos años es que las personas desean y exigen cercanía y comprensión; las familias quieren que las autoridades, las empresas, los empleadores y las AFP entiendan sus miedos y sus temores. El miedo a enfermarse, a una vez de pobreza y privaciones".

Por ello, la dirigente gremial sostiene que la Asociación de AFP "debe ser capaz de ponerse en el lugar de, en el lugar de los trabajadores y trabajadoras chilenas".

No obstante, matizó que el problema no sólo se han centrado en el gremio que agrupa a las administradoras, sino que también se extrapola a otros actores y que el tono del debate "ha sido áspero y muchas veces innecesariamente violento y descalificador".

Este escenario ha conllevado a que se hayan minado las confianzas en las autoridades en los expertos, apuntó. Así, enfatiza que los diferentes actores sepan pedir disculpas cuando cometen estas faltas.

Según Cox, al revisar el debate "ha sido extraordinariamente 'masculino'. Una discusión agresiva, del tipo 'yo lo dije primero', 'fue idea mía', 'lo tuyo es una tontería'".

Expone que "estas estrategias combativas no llevan a buen puerto. No son prácticas, y no mejorarán el sistema de pensiones". Dicho eso, sugiere que "es necesario respirar hondo, sentarse alrededor de la mesa y hablar con seriedad, con la verdad en forma sincera".

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