AFP
La producción industrial china aumentó en enero y febrero al ritmo más débil en más de siete años, acusando las sobrecapacidades y una demanda floja, según datos oficiales publicados este sábado.
La producción industrial de la segunda economía mundial se incrementó un 5,4% interanual acumulado en los meses de enero y febrero, menos que en diciembre (5,9%), indicó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Es el ritmo de progresión más débil desde noviembre de 2008 y los comienzos de la crisis financiera mundial. Los analistas sondeados por la agencia Bloomberg esperaban de media un aumento del 5,6%.
La demanda internacional no deja de reducirse, como demostró la espectacular caída del 25% de las exportaciones chinas el mes pasado. Por su lado, la demanda interna sigue minada por el estancamiento de la inversión en la vivienda y las contracciones repetidas de la actividad manufacturera.
La consecuencia de todo esto es un agravamiento incesante de las sobrecapacidades de producción de la industria china, del cemento al acero pasando por el carbón.
Por su lado, las ventas al por menor, barómetro del gasto de los hogares chinos, se ralentizaron también en los dos primeros meses del año. El incremento fue de un 10,2% interanual, el nivel más bajo en diez meses, indicó la ONE.
Las ventas al por menor se mantienen no obstante en un nivel robusto, lo que demuestra que los esfuerzos del gobierno por recentrar la economía en el consumo interno están dando resultado.
El objetivo estratégico de Pekín es estimular el consumo interno, los servicios, las nuevas tecnologías y las exportaciones de alto valor agregado, en detrimento de la industria pesada y las exportaciones, tradicionales motores del crecimiento chino hoy agotados.
Por último, las inversiones en capital fijo, que incluyen los gastos en infraestructuras, subieron un 10,2% interanual en los dos primeros meses del año, según los datos publicados este sábado. Una aceleración sensible tras el aumento del 10% en el conjunto de 2015.