Un hito clave se cumplió este domingo en la negociación colectiva que suscita la mayor atención en el sector minero. En completo hermetismo, Minera Escondida, propiedad de BHP, presentó su última oferta al Sindicato Nº1 de esa faena que reúne a más de 2.330 trabajadores, en el marco del proceso reglado se desarrolla desde junio.
El silencio de las partes ha caracterizado el desarrollo de este proceso, ya que la organización no se ha pronunciado públicamente respecto a la respuesta de la empresa a la propuesta del contrato colectivo ni sobre el avance de las negociaciones directas. Tampoco lo hizo ayer respecto a la recta final del proceso que se gatilla con la presentación de la última oferta.
Sin embargo, fuentes confirmaron a este medio que la última oferta de la minera involucra beneficios que suman los $ 18 millones. De ese total, donde figuran diversos bonos, $ 3 millones involucraran un Bono de Término de Negociación (BTN) y otros $ 3 millones corresponden al préstamo blando.
Al presentar su propuesta en junio, el sindicato adelantó que pidieron revisar una serie de puntos. Entre ellos, solicitaban un incremento salarial de un 5%, pero -según trascendió- la minera solo habría accedido a un reajuste de 1%.
En medio de la presión por la crisis de la industria y la baja en el precio del cobre en 2016 que en enero de ese año llegó a US$ 1,95, la organización concretó una huelga en el año 2017 que se prolongó por 44 días. El acuerdo involucró una ampliación del convenio colectivo existente para 18 meses, postergando el proceso para un año después. Ahí la minera logró evitar una nueva paralización cerrando el proceso con un bono que rondó los $ 17 millones.
Otros aspectos que contemplaba la propuesta del sindicato era ser reconocidos con un bono por única vez -equivalente al 1% de los dividendos pagados a los dueños en los tres últimos ejercicios- para ser distribuido en partes iguales entre todos los trabajadores. Pero la minera no habría ofrecido un beneficio de este tipo.
A esto se sumaba establecer un sistema de desarrollo de carrera justo y objetivo, y el mejoramiento de las compensaciones y bonos variables en base al desempeño de los trabajadores.
El puntapié inicial a la negociación reglada se dio el 4 de junio cuando los trabajadores entregaron a la minera su propuesta de contrato colectivo para el próximo período. Dentro del plazo de 10 días que estipula la legislación, la firma entregó su respuesta formal el 14 de junio a la Comisión Negociadora del sindicato, para luego comenzar con las conversaciones directas entre las partes.
El contexto de altos precios del cobre y la promesa de un aumento en la demanda por el metal rojo serían factores clave que incidirán en el curso de la negociación, ya que -previo al inicio del proceso- el sindicato advirtió que el escenario positivo del sector era un elemento a poner sobre la mesa.
Tras la presentación de la última oferta, los trabajadores deberán analizar la propuesta y definir una eventual huelga. En concreto, entre el 28 de julio y el 1 de agosto -día en que vence el contrato colectivo vigente- se concretaría la votación de la huelga. Así, en caso de ser rechazada la oferta de la minera, entre el 2 y 6 de agosto entraría en juego la mediación de cara al 7 de agosto donde se podría materializar una paralización.
Por esto, en un año donde se concentran al menos 31 procesos de negociación colectiva en distintas mineras, las miradas están puestas en el camino que siga la minera de BHP y su sindicato por el impacto económico que podría producir una detención de actividades.
Eso sí, en los últimos años no ha sido la tónica de la industria. De acuerdo al último estudio de negociaciones colectivas 2020-2021 de la consultora Vantaz, el 2018 no hubo huelgas, el siguiente se consignó tres casos y el año pasado solo hubo dos paralizaciones. En este último escenario estuvo el Sindicato de Trabajadores en Mina Candelaria (Lundin Mining) que duró 22 días.