AFP

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, aseguró el lunes que su país recibirá fondos adicionales del FMI para superar el deterioro de su economía, ahuyentó el fantasma del default y dijo estar listo para disputar la reelección en 2019.

Macri, que actualmente negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo acuerdo tras el aprobado hace tres meses para enfrentar una crisis que provocó una depreciación de 50% de la moneda desde enero, aprovechó su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea de la ONU para dar un mensaje de optimismo sobre Argentina.

"Vamos a tener más apoyo del FMI. No puedo decir cuánto, porque estamos negociando", dijo en una entrevista con Bloomberg TV, al tiempo que aseguró que el nuevo acuerdo con el FMI "está cerca" y "ofrecerá más confianza al mercado".

Macri, un liberal de centroderecha, acordó en junio con el FMI un auxilio a tres años por 50.000 millones de dólares, del que ya recibió 15.000 millones. Pero la economía siguió tambaleando y el gobierno negocia actualmente una ayuda adicional, que según trascendidos estaría entre los 5.000 y los 15.000 millones de dólares, así como la aceleración de los desembolsos previstos.

Consultado sobre la posibilidad de un incumpliento de pagos, Macri fue categórico: "No hay ninguna chance de que Argentina entre en default. Cero", aseveró tras señalar que ha recibido un fuerte apoyo de varios países, sobre todo de Estados Unidos.

La inflación en Argentina sumó 24,3% entre enero y agosto, según cifras oficiales. En el caso de los alimentos básicos, el alza es mucho más notoria, de entre 115% en el caso de la harina y 40% en aceites, lo cual ha llevado a muchos argentinos a optar por el trueque o comprar al por mayor.

Rechazo a la convertibilidad 

Pero Macri prefiere ver el vaso medio lleno, no el medio vacío. "Vamos a bajar dramáticamente la inflación y nuestras necesidades de apoyo financiero externo", prometió.

"Estamos equilibrando las cuentas externas. Las exportaciones están creciendo a una velocidad de 18% a 20%", sostuvo, y anticipó asimismo una producción récord de granos este año.

El mandatario dijo que para combatir la volatilidad del peso discute una nueva política monetaria con el FMI que conseguirá aumentar la confianza, pero que no hará "cosas estúpidas" del pasado, ni implementará un control de cambio o un plan de convertibilidad como el adoptado por Argentina en 1991 que equiparó al peso con el dólar.

Macri indicó que la sociedad está "madura" y entenderá el "gran esfuerzo" que el país deberá hacer para cumplir el plan de cinco años con miras a alcanzar el equilibrio fiscal en un solo año.

"Valor" para evitar volverse Venezuela 

El presidente argentino, que también se reunió con importantes inversores, destacó "el valor" que mostró el pueblo argentino para evitar transformarse en "otra Venezuela", sumida en una severa crisis económica.

Al recibir el premio Global Citizen Award que entrega el grupo estadounidense de expertos Atlantic Council, Macri aplaudió el compromiso de Argentina para frenar el "populismo", aludiendo sin nombrarlos a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), cercanos a la Venezuela del fallecido presidente Hugo Chávez.

Aseguró que el país está resolviendo "problemas estructurales de los últimos 15 años". 

"Ahora estamos haciendo los deberes", afirmó Macri ante unos 500 invitados, entre ellos la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, con quien dijo tener un "flechazo".

"Tengo que confesar que comenzamos una gran relación hace algunos meses y espero que funcione muy bien y que termine con todo el país teniendo un flechazo con Christine", señaló.

El equilibrio fiscal es la principal exigencia del FMI. 

Pero las medidas de austeridad anunciadas por Macri han sido recibidas con fuerte rechazo por sindicatos y organizaciones sociales, que este lunes movilizaron a decenas de miles de personas en Buenos Aires, en el día previo a una huelga general. Un puñado de manifestantes protestaron el lunes frente al Cipriani.

En la gala, instó a los inversores a apostar a Argentina y prometió luchar contra la corrupción, cuando la exmandantaria y actual senadora Kirchner es investigada en siete causas por supuesta corrupción, algunas de las cuales implican al gobierno de su fallecido esposo Néstor.

Más temprano, preguntado sobre el costo político que tendrá el acuerdo con el FMI, Macri respondió: "Estoy listo para ser candidato" a la reelección en 2019.

Expresó asimismo su oposición a una intervención militar en Venezuela, pero aseguró que es necesario que el gobierno de Nicolás Maduro "acepte fuerzas humanitarias".

"Maduro está violando diariamente los derechos humanos de los venezolanos. Espero que el nivel de castigo del resto del mundo sea solidario con los venezolanos que están sufriendo las consecuencias de esta horrible dictadura".

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