Un débil crecimiento económico, una elevada inflación y una fuerte caída de la confianza son algunos de los elementos que han marcado los primeros 14 meses del segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet en materia económica.
Esto se ha traducido en un fuerte rechazo al manejo en el área y en un deterioro de las expectativas en el mediano plazo. A lo que se añade la incertidumbre que ha primado en el sector privado, lo que continúa retardando la recuperación de la inversión.
De acuerdo al último Informe de Percepciones de Negocios del Banco Central, la gran mayoría de los ejecutivos señala que sus planes de inversión para el año se concentran solo en la reposición habitual del capital, como en 2014.
Esto, sumado al rechazo a la forma en que se ha manejado la economía y al desgaste que ha marcado la relación del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, con el empresariado. Elementos que, sin duda, siembran dudas sobre la continuidad, principalmente, de quien encabeza el equipo económico, tras el cambio de gabinete anunciado por la mandataria.
Los efectos económicos tras sorpresivo anuncio de cambio de gabinete
Los datos económicos
Aunque el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha asegurado que la economía tocó fondo en el tercer trimestre del año pasado y que las últimas cifras confirman una "gradual recuperación", la confianza de los consumidores y las empresas no logra repuntar.
La confianza de los consumidores anotó una caída de cinco puntos en marzo y el Índice de Percepción de la Economía (IPEC) retrocedió hasta los 39,7 puntos, el resultado más bajo de los últimos seis años. En tanto, la confianza de las empresas volvió a deteriorarse en abril y el Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE) bajó a los 48,48 puntos. Ambos indicadores llevan alrededor de diez meses bajo los 50 puntos, que marcan el nivel de equilibrio entre optimismo y pesimismo.
Por su parte, la inflación en 12 meses continúa por sobre el rango meta del Banco Central. No obstante, tanto Hacienda como el ente rector han insistido que las expectativas en el mediano plazo se mantienen ancladas en torno al 3%.
La evaluación de la ciudadanía
Un alza de cuatro puntos registró la desaprobación a la forma en que la mandataria y su equipo de gobierno están manejando la economía, llegando a un rechazo de 66%. Mientras que la aprobación alcanzó sólo un 31%.
El fuerte rechazo de la ciudadanía se tradujo, en la última encuesta Cep, en una nota roja en los tres puntos económicos evaluados.
Mientras que la evaluación continúa deteriorándose: los que aseguran que la situación económica es mala o muy mala pasó de 32% en noviembre pasado a 41% en marzo.
Y al parecer no hay señales de que la evaluación pueda mejorar. Esto, luego de que los que creen que la situación económica empeorará registrará un aumento de siete puntos a 26%.
Los números de Arenas y Céspedes
Pese a que partió con un 64% de apoyo, de acuerdo a la medición de Adimark, la aprobación a la gestión del ministro Arenas ha registrado una fuerte caída en los últimos meses y se ha derrumbado 16 puntos desde junio del año pasado. En la medición de abril, la aprobación alcanzó un 48% frente a un 47% de rechazo.
En tanto, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, registra un bajo nivel de conocimiento (26%), lo que ha impedido medir su gestión, ya que sólo son evaluados los que obtienen un 40% de conocimiento o más.
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