Al hablar de los efectos que podría traer el triunfo de Donald Trump sobre Chile, lo primero en que hacen hincapié los economistas es en que hay que diferenciar entre corto y largo plazo.
En lo inmediato, casi todos prevén que se mantendrá un ambiente volátil en los mercados bursátiles y financieros del mundo, con un efecto rebote en el valor de los commodities, en lo que podrían afectar al país. En el mediano y largo plazo, los efectos dependerán mucho de cómo se vayan poniendo en marcha las promesas de campaña del nuevo presidente de Estados Unidos y de los apoyos que conciten sus propuestas en el Congreso.
Comercio internacional más disminuido
A lo largo de la campaña presidencial, Trump repitió muchas veces su idea de velar por la producción interna, lo que supone un estado mucho más proteccionista que cualquier administración del pasado reciente. “En los últimos 25 años el país vino desarrollando distintos acuerdos comerciales y restringirlos puede traer impactos negativos al comercio de todo el mundo, incluido Chile”, describe Sebastián Cerda, director de Estudios Económicos de CorpResearch.
Una revisión de cualquier acuerdo comercial implica necesariamente trayectorias largas en el Congreso, por lo que un impacto real recién podría comenzar a verse después de varios años
Pero ojo, que no se refiere sólo al Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito entre Chile y Estados Unidos —país al que se dirige el 13% de las exportaciones chilenas—, sino a la multiplicidad de acuerdos comerciales del país del norte, que pueden indirectamente afectar las exportaciones de Chile, cuya economía es altamente dependiente del comercio exterior.
Por ejemplo, si se revisara el Nafta —donde participan Estados Unidos, México y Canadá— se terminarían afectando de igual modo los envíos chilenos a esos países socios.
“Una revisión de cualquier acuerdo comercial implica necesariamente trayectorias largas en el Congreso, por lo que un impacto real recién podría comenzar a verse después de varios años”, describe Cerda.
En esa misma línea, desde Gerens, el economista Patricio Arrau destaca que el “sistema político norteamericano tiene suficientes chequeos y balances, que en cierta forma garantizan que un acuerdo comercial, por ejemplo con México, no se puede eliminar de un momento a otro. Sí va a haber un período de tiempo en que tal vez sea compleja la relación, porque Trump hizo muchas promesas que iban más en la línea contraria al desarrollo del comercio mundial, pero hay que ver cómo se asientan esas ideas en el congreso y en eso va a pasar un tiempo”.
Cobre retornará a niveles previos
Para varios, lo que sucedió este miércoles con el cobre es todavía un misterio. La teoría indicaba que el valor de los commodities debería ir hacia la baja en momentos de incertidumbre en que los inversionistas buscan refugio en otros activos como el oro. Pero no fue lo que finalmente sucedió.
El principal producto de exportación chileno registró un alza muy cercana al 6% en la Bolsa de Metales de Londres, al cerrar su cotización en US$ 2,41 por libra, prácticamente 20 centavos por sobre lo que había sido el desempeño de la semana pasada, alejándose de la barrera de los US$ 2 por libra, que ha llevado a las compañías a restringir al máximo sus costos.
Inicialmente, el análisis que se hizo sobre el alza de este miércoles es que estaba relacionada con uno de los anuncios de Trump en cuanto a que su gestión pondría énfasis en el desarrollo de infraestructura, lo que necesariamente conlleva un mayor consumo de cobre. Pero luego también surgieron otras visiones.
“Lo que ocurrió hoy con el cobre es simplemente un movimiento financiero. Una búsqueda de otros activos por parte de inversionistas, saliéndose de activos en dólares, como bonos del tesoro, por el mayor riesgo asociado”, explica Cristián Echeverría, director del Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo.
Por esto, plantea que el valor del cobre tenderá a bajar nuevamente en las próximas jornadas. En esa misma línea, si las decisiones de Trump afectan al comercio mundial —imponiendo por ejemplo aranceles a las importaciones de China— se impactaría directamente el precio del metal rojo, que tendería a caer aún más pues el país oriental acapara el 50% de los envíos de cobre nacional.
Mayor impacto del cambio climático
No es una idea rebuscada, pues en el largo plazo podría tener consecuencias negativas para Chile. Echeverría plantea que Trump no sólo dijo que revisaría los tratados de libre comercio, sino que también los acuerdos que en general afecten el desempeño de la economía de Estados Unidos. En esa línea caen todos acuerdos climáticos, de reducción de huella de carbono o de transición hacia economías más limpias.
“El calentamiento global está en un punto crítico y los científicos han dicho que si se evita seguir avanzando hay esperanzas para que los cambios climáticos no sean tan abruptos en las próximas décadas. Esa ventana de aprovechamiento con Trump se estaría perdiendo, y nos lleva a que pueden haber disrupciones importantes en los precios de commodities y productos agrícolas. Todo eso no le conviene a Chile en el largo plazo”, describe.
Tipo de cambio con altibajos
En Chile el dólar cerró este miércoles en $ 649,3, valor prácticamente similar al de la jornada anterior. La mayor parte de las monedas emergentes, sin embargo, cayeron fuerte, con México depreciándose incluso cerca de un 10%.
“En Chile la moneda no se depreció más fuerte por el aumento que registró el precio del cobre, que fue muy alto”, describe Echeverría.
Otros economistas destacaron que el mercado chileno además es muy pequeño, lo que hace que existan inversionistas más maduros y cautos, que habitualmente tienden a esperar más señales antes de tomar decisiones que puedan impactar a la moneda.
No obstante, no descartan que el precio del dólar tienda a moverse cambiante en el corto plazo. Sobre todo, por los movimientos de tasas que pudiese haber tanto en Estados Unidos como en Chile. Una eventual alza en Estados Unidos y una caída en Chile, movimientos esperados por el mercado para las tasas de interés, tenderían a elevar el tipo de cambio.
Financiamiento internacional más caro
Sebastián Cerda recuerda que Estados Unidos no sólo es importante para Chile en lo comercial. También lo es en el aspecto financiero, porque una parte importante de los flujos de financiamiento público y privado proviene de allá. Empresas y el propio Estado emiten habitualmente bonos en el mercado estadounidense, los que podrían enfrentar dificultades en el futuro.
¿Cuál es la preocupación? Hay una mezcla de razones. Por un lado, si sube la tasa de interés en Estados Unidos se encarece el crédito y con ello se dificulta el acceso a financiamiento. ¿Podría ocurrir esto? Al margen de que el mercado estadounidense espera un alza de tasas en el corto plazo, también hay temores en cuanto a un desorden fiscal con la llegada de Trump, básicamente porque sus números hasta ahora no cuadran: prometió rebajas tributarias, pero también aumento del gasto público. Esto podría finalmente redundar en tasas todavía mayores para el mercado americano y todos los que se financian allí.
En este mismo punto, Echeverría también explica que además hay temores en cuanto a una vuelta a la liberalización del mercado financiero, luego de todas las medidas que se tomaron para evitar nuevas crisis como la del banco Lehman Brothers en 2008. Eso también podría ser sinónimo de nuevas crisis financieras y mayores dificultades en el acceso al financiamiento.
Recuperación económica más lenta
Estados Unidos suma ocho años de bajo crecimiento económico. Básicamente luego de la crisis financiera de 2008 no ha logrado remontar de manera importante. Eso habla de problemas de fondo, donde los economistas consultados dicen que hay que tomar medidas más estructurales, por ejemplo, en la línea de recuperar los niveles de productividad y mejorando el atractivo para la inversión.
Pero eso no se ve en el horizonte. De hecho, el banco británico HSBC sostuve este miércoles en un informe que si se aplicaran los recortes de impuesto prometidos se podría dar un impulso al PIB, pero no más allá de un año. “El shock combinado de una reducción en la mano de obra y un trastorno en el comercio mundial pondría probablemente a la economía en una recesión después de un año o dos", planteó.
Y la ecuación es que si la economía más grande de mundo deja de crecer, contamina a muchos de los países con que se relaciona. Chile no sería la excepción y por lo pronto, la recuperación esperada para 2017 enfrentaría dificultades.