Un acuerdo clave en el futuro económico de la Unión Europea está en vilo por el mecanismo democrático de uno de sus países protagonistas.
En la "capital" de la Unión Europea (UE), Bélgica, el gobierno no puede firmar el Acuerdo Económico y Comercial Global (Ceta) debido a que tres comunidades del país se han opuesto al mismo.
Todo estaba listo para la firma final este jueves. Sin embargo, hasta el lunes la conclusión de este largo proceso de negociaciones es incierta.
El primer ministro belga, Charles Michel, explicó que las objeciones regionales lideradas por Valonia, de mayoría socialista, han cerrado la posibilidad de ratificar el acuerdo.
"El gobierno federal, la comunidad alemana y la flandesa dijeron sí. Valonia, el gobierno de la ciudad de Bruselas y la comunidad francesa dijeron no", explicó Michel.
Este es el más ambicioso acuerdo de libre comercio del bloque europeo hasta la fecha, pero Bélgica necesita la aprobación de sus regiones para firmarlo.
Michel dijo que se comunicó con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para explicarle que Bélgica no podía firmar.
"Junto con el primer ministro (canadiense), Justin Trudeau, pensamos que la reunión del jueves es posible. Alentamos a todas las partes a encontrar una solución. Aún hay tiempo", dijo Tusk en su cuenta de Twitter este lunes.
Los otros 27 gobiernos de la UE quieren firmar el Ceta, que ha sido negociado durante siete años.
Pero para que el acuerdo sea aprobado en Bélgica, los cuerpos federales regionales y comunitarios (siete en total) deben dar su aprobación.
El por qué de Valonia
Valonia, una región de 3,6 millones de personas, ha liderado la campaña en contra del Ceta, pues quiere garantías más fuertes sobre las leyes laborales, medioambientales y para el consumidor.
Los temores de los socialistas belgas hacen eco de las de los activistas contra la globalización que dicen que el Ceta y otros acuerdos de ese tipo han dado demasiado poder a las compañías multinacionales, incluso para intimidar a los gobiernos.
También se han dado grandes manifestaciones en varios países de la Unión Europea en contra del Ceta y de las conversaciones comerciales del acuerdo Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión entre la Unión Europea y EE.UU (TTIP).
El domingo, la Comisión Europea presentó un nuevo informe para Valonia sobre el mecanismo de solución de controversias entre los inversores.
Las normas para el arbitraje comercial son uno de los temas más espinosos en el trato.
¿Qué es el Ceta?
Canadá y la Unión Europea eliminarían el 98% de los aranceles con la firma del Ceta, que se negoció entre 2009 y 2014.
Los partidarios dicen que esto aumentaría el comercio entre las partes en un 20% y, sobre todo, ayudaría a las pequeñas empresas.
Los críticos dicen que el acuerdo pondría en peligro las reglas de producción y que protege a las grandes empresas, permitiendo que las corporaciones demanden a los gobiernos.
Este lunes, el líder de la región de Valonia, Paul Magnette, advirtió: "Nunca vamos a decidir cualquier cosa bajo un ultimátum o bajo presión".
Su homólogo de la región de flandesa de habla holandesa, Geert Bourgeois, dijo que el bloqueo era "una verdadera vergüenza".
"Somos el hazmerreír de todo el mundo. Es malo para Valonia, para Flandes, para Bélgica, para Europa, para el mundo entero", dijo el líder centroderechista citado por la agencia de noticias Reuters.