Bloomberg
La economía mundial llevó a Janet Yellen a hacer una pausa para pensar. Dicha situación podría impulsar al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi a actuar.
Luego de que la presidenta de la Reserva Federal se abstuvo de aumentar las tasas de interés estadounidenses ante la preocupación de que se debilitara el crecimiento mundial, su par del Banco Central Europeo podría dar indicios de la necesidad de más estímulo para la zona euro. Draghi y los miembros del Consejo de Gobierno esta semana realizarán apariciones públicas, mientras que los datos que se darán a conocer mostrarán si el bloque monetario está sucumbiendo al pesimismo o deshaciéndose de él.
Al igual que los Estados Unidos, la zona euro no logra elevar una inflación muy baja y persistente. A diferencia de Yellen, Draghi todavía no puede recurrir a la demanda interna para impulsar los precios. Ya sea debido a que la demora de la Fed lleve a fortalecer el euro o a la carga que representan los mercados emergentes, los economistas ven cada vez más probable que el BCE se vea obligado a cumplir su promesa de ampliar el programa de compra de bonos de 1,1 billón de euros (US$1,3 billón) de ser necesario.
“El temor es que antes los bancos centrales suponían que el crecimiento mundial sería sensiblemente más fuerte en 2016, pero ahora eso no parece probable”, dijo Nick Kounis, responsable de investigación macro de ABN Amro Bank NV en Amsterdam. “Si la Fed hubiese aumentado las tasas, le habría dado al BCE un respiro. Ahora está este bajo presión otra vez”.
Cambio estructural
El optimismo del BCE respecto a que la recuperación interna sumada a una demanda externa más vigorosa llevarían la inflación de nuevo a la meta de poco menos del 2% ahora está siendo reemplazado por la preocupación de que la economía mundial haya sufrido un cambio estructural. Peter Praet, economista jefe del BCE, dijo en una entrevista publicada este fin de semana que las autoridades “no dudarán en actuar” si llegan a esa conclusión.
Los segundos de Draghi han reforzado ese mensaje desde la decisión de la Fed de la semana pasada. Benoît Coeure, jefe de mercados del BCE, dijo en un discurso en París el viernes que las perspectivas de crecimiento de la zona euro se han “debilitado claramente” y no se ven favorecidas por un euro que ahora se está fortaleciendo frente a las monedas de sus principales socios comerciales.
La moneda única tuvo un alza ponderada, según la balanza comercial, de casi 4% frente al dólar. Los bonos europeos dieron un salto después de la decisión que tomó la Fed el 17 de septiembre de mantener su tasa de referencia en un mínimo récord.
Mucho dependerá de si la Fed se ha tomado un respiro momentáneo o si los funcionarios ven la necesidad de mantener los costos de endeudamiento donde están hasta el año que viene. Yellen hablará el jueves en Amherst, Massachusetts, donde podría dar más detalles de lo que piensa el banco central. Una Fed más alcista sería congruente con un fortalecimiento del dólar...y el euro más débil que haría innecesaria más flexibilización cuantitativa del BCE.