El oro superó el miércoles la barrera simbólica de 1.800 dólares por onza, por debajo de la cual se había estado comerciando desde noviembre de 2011, en un entorno económico incierto favorable a este valor refugio.

"Los inversores siguen comprando acciones pero parece que quieren cubrirse en caso de una corrección del mercado", explica Carlo Alberto De Casa, analista de ActivTrades. 

"El miércoles, la preocupación por el coronavirus y las tensiones geopolíticas pesaron sobre el apetito por el riesgo", lo que beneficia al oro, un tradicional refugio en tiempos de incertidumbre, señaló por su parte Fiona Cincotta de City Index. 

En los últimos días, los analistas también han señalado el debilitamiento del dólar como un factor de la subida del oro.  

Dado que el oro se cotiza en dólares, una moneda estadounidense más débil hace que el metal precioso sea menos costoso para los compradores que utilizan otras monedas. 

Y en un entorno monetario en que los principales bancos centrales prometieron inyectar cantidades de liquidez sin precedentes en la economía en las últimas semanas, otros refugios seguros, como los bonos del Estado, se han vuelto menos remunerativos. 

La semana pasada, el oro había rozado los 1.800 dólares por onza, pero no los superó. Su máximo histórico, de 1.921,18 dólares por onza, se alcanzó en septiembre de 2011.

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