La Comisión Europea (CE) presentó una propuesta legislativa para establecer límites más estrictos a las emisiones contaminantes de los vehículos, con la que también aspira a convertir a la Unión Europea en el referente mundial en vehículos eléctricos, frente a la pujanza de Estados Unidos y China.

"El coche se inventó en Europa y creo que también debería reinventarse aquí", declaró el vicepresidente de la Comisión Europea para la Unión de la Energía, Maros Sefcovic, durante la presentación de la iniciativa, coincidiendo con la celebración de la cumbre climática COP23 en Bonn (Alemania).

"Dieselgate" Dos años después del escándalo del "Dieselgate", el primer punto de la nueva propuesta de Bruselas se centra en rebajar los máximos de CO2 que podrán emitir los vehículos en 2025 y 2030.

En el primer horizonte, los fabricantes deberán reducir sus emisiones contaminantes en un 15 % (hasta los 80 gramos de CO2 por kilómetro frente a los 95 actuales) y en el segundo se pone el listón un 30 % más bajo, en 66,5 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.

La Comisión Europea, según la propuesta inicial, multará a los fabricantes que no cumplan y considerará "vehículos limpios" –sean eléctricos o híbridos– a los que emitan entre 0 y 50 gramos de CO2 por kilómetro, aunque con diferentes tramos intermedios.

Para impulsar el vehículo eléctrico, la Comisión Europea ofrecerá hasta 800 millones de euros para reforzar el número de cargadores eléctricos desplegados, y otros 200 millones de euros de ayudas en I+D para los fabricantes que cumplan con los objetivos de reducción de CO2 citados anteriormente. 

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